6 de junio. La derrota
Creo que el gobierno perderá la elección de junio por sus malos resultados, por el peso de la realidad.
Han empeorado todas las cosas que prometió arreglar: la economía, la violencia, la corrupción, la pobreza, la salud.
Habrá votantes que quieran más de estas malas cuentas, pero habrá muchos que no. La de junio será una elección competida, con sabor a derrota para el gobierno, creo yo, no tanto por el número de votos sino por la sensación térmica de fracaso que baña al gobierno.
Votos de memoria: 47 de cada 100 votantes efectivos en 2018 no votaron por López Obrador. 53 de cada 100 no votaron por los partidos de su coalición. En 2018, López Obrador recibió cualquier cosa menos un mandato nacional.
El gobierno ganará en 2021 muchos votos, incluso la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados. Pero creo que su victoria o su derrota no tendrán tanto que ver con el número de votos, como con la pérdida de la esperanza y de las ganas de creer.
López Obrador no está en el ánimo de un desfile triunfal, sino de un pleito de callejón. Aparece frente a él una oposición política competitiva, apenas visible en estos años, pero que resultará probablemente mayoritaria en junio, con la suma total de sus votos, aunque fragmentados.
Esta puede ser la ganancia de la oposición en junio: no arrasar, pero sí hacerse presente con una mayoría total de votos, para bajarle unas rayas a la 4T.
Si esto no sucede, si López Obrador gana arrolladoramente en junio, tendremos de qué preocuparnos: seguirá su camino.
Completará su captura del Poder Judicial, sus leyes impugnadas serán aprobadas por la Corte, someterá al INE, acabará de militarizar el país y el gobierno seguirá un cauce de destrucción económica y endurecimiento político, que ya conocemos, del que tardaremos en salir una generación.
Pero si López Obrador pierde, incluso en los términos relativos descritos aquí, su proyecto entrará al ciclo de los gobiernos democráticos normales, esos que gobiernan con fecha fija, terminan, les aplauden o les chiflan, y se van. Mi convicción es que perderá.
Héctor Aguilar Camín