El extraño enemigo del Poder Judicial
El secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, tronó el viernes pasado contra los jueces federales: “parece ser —afirmó— que el enemigo lo tenemos en el Poder Judicial”.
Con sus palabras, este alto jerarca de las fuerzas armadas traicionó la lealtad que debe a las instituciones del Estado mexicano. No se trata de una mera apreciación subjetiva, sino de un señalamiento basado en la Ley de disciplina del Ejército y la Fuerza Aérea, la cual define principios que sus integrantes están obligados a obedecer.
El artículo 1(bis) de este ordenamiento establece que “el servicio de las armas exige que el militar (…) anteponga (…) el respeto a la Constitución (...) (y) la lealtad de las instituciones.”
Las afirmaciones desafortunadas del almirante dieron la espalda a la lealtad que obligatoriamente le debe al Poder Judicial como institución fundacional del Estado mexicano, según la Constitución vigente.
El artículo 12 del mismo ordenamiento previene a todo militar para que no eleve “quejas infundadas” ni realice imputaciones públicas “falsas” y tampoco cometa indiscreciones respecto de los actos del servicio. El almirante Ojeda se insubordinó nuevamente ante tal prohibición: hizo imputaciones sin exhibir pruebas contra el Poder Judicial, al tiempo que incurrió en una indiscreción grave respecto a los actos de servicio que son de su competencia.
El artículo 17 del ordenamiento referido también prohíbe estrictamente que un militar en activo se inmiscuya en asuntos políticos.
Emitir una opinión tan grave como acusar al Poder Judicial de ser un enemigo durante la conferencia mañanera, en Palacio Nacional y frente al Presidente de la República, es indiscutiblemente una intervención política.
El artículo 43 del mismo ordenamiento advierte que quien infrinja sus preceptos se hará acreedor de un correctivo disciplinario de acuerdo con su jerarquía dentro del Ejército.
Zoom: sin importar que el jefe supremo de las fuerzas armadas, el presidente López Obrador, coincidiera con las opiniones políticas, las indiscreciones y las imputaciones sin fundamento vertidas por el secretario de la Marina, tocaría al jefe inmediato del almirante Ojeda convocar a un consejo de honor para disciplinar al funcionario.
@ricardomraphael