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DÍA CON DÍA

La abstinencia de la Corte

La Suprema Corte de México parece una invitada de piedra a la fiesta de las definiciones constitucionales que le urgen al país.

Nuestro Estado de derecho no ha sido nunca motivo de orgullo. Ha sido una debilidad histórica de la nación, especialista en respetar las leyes en la forma y violarlas en el fondo. También en ejercer su dictum novohispano frente a las normas legales venidas de la metrópoli: “Obedézcase, pero no se cumpla”.

En los últimos años, el Estado de derecho mexicano padece una debilidad adicional. Leyes fundamentales del país han sufrido cambios sustantivos y están vigentes, pero también están impugnadas, sujetas a querellas legales.

Bajo la forma de controversias constitucionales, bajo la forma de acciones de inconstitucionalidad o bajo la forma de amparos ciudadanos, leyes clave promulgadas por este gobierno esperan la revisión y el veredicto final de la Corte.

Sobre las leyes en conflicto, el órgano no dice ni sí ni no.

​Son leyes en algún sentido inacabadas, pues están bajo revisión constitucional, pero la Corte no las revisa, las tiene esperando nadie sabe qué momento oportuno para dictaminarlas.

Una explicación de esta abstinencia es que la Corte tendría que enmendar muchas de estas leyes, y desechar otras, entrando por ese camino en una ruta de confrontación indeseable con el titular del Ejecutivo.

El hecho es que ahora sumamos, a las deficiencias históricas de nuestro débil Estado de derecho, una indefinición sobre el derecho mismo, sobre las normas legales efectivas a las que debemos atenernos.

¿Por qué? Porque sobre las leyes en conflicto, la Corte no dice ni sí ni no.

Hablamos de muchas de las leyes importantes que ha generado este gobierno: la ley de la Guardia Nacional, la de seguridad pública, la del uso de la fuerza, la de austeridad presupuestal, la de prisión forzosa, la de remuneraciones de servidores públicos, la de presupuestos de órganos autónomos, la de delitos fiscales...

La lista y el análisis de estas leyes cuestionadas pueden leerse en María Amparo Casar y Saúl López Noriega: Los pendientes de la Corte (Cal y Arena, Kindle, 2021, https://amzn.to/3fTifE7).

La Corte le haría un buen servicio a la nación abandonando su abstinencia. _

Héctor Aguilar Camín

hector.aguilarcamin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional