¿Reelección?
La contienda actual es muy importante para el estado, para el gobierno y para la población; de lo que la gente decida a través de su voto dependen muchas cosas que vendrán en los próximos años. La oferta es vasta en número y en características: hay políticos nuevos y experimentados, ciudadanos, empresarios, líderes sociales y también muchos cartuchos quemados. Si la gente se va por el partido es muy probable que el ganador sea Morena, pero si el votante reflexiona su decisión tendremos agradables sorpresas.
Si atendemos a lo que refieren los estudios de opinión los siguientes días serán claves en la mente del elector, porque será el momento en que muchos decidirán su voto: un 25% de las personas toman su decisión la semana previa a la elección y otro 25% lo hace el día que acude a las urnas; si esto es cierto todavía pueden suceder muchas cosas, sobre todo en lugares como Cuernavaca, donde la competencia entre los candidatos que llevan la delantera es cerrada.
Con cientos de candidatos haciendo campaña por 23 partidos políticos distintos no es fácil identificar a quienes pueden ganar, pero se puede anticipar que el voto se pulverizará y el triunfo de todos será con menos sufragios. El análisis sobre lo que estamos viviendo en esta contienda electoral se puede hacer de diferentes formas: a partir del número de contendientes, por la fuerza de los partidos, basándonos en las propuestas de campaña o conociendo el perfil de los candidatos.
En este proceso los morelenses tenemos la oportunidad de renovar al congreso y a los ayuntamientos y también vemos a algunos personajes buscando la reelección en el cargo; andan en campaña diputados locales, federales y presidentes municipales en funciones en busca de la reelección. Detengámonos en este punto.
La elección de autoridades y representantes populares es un acto muy importante, aunque muchos no lo vean de esa manera; el voto tendría que ser un acto razonado, serio, derivado de un proceso de análisis en donde se tomen en cuenta distintos factores que giren en torno a un buen ejercicio del cargo, pero contrario a ello los mexicanos solemos basar nuestra decisión en sentimientos, en momentos y en razones distintas a la responsabilidad que tendrán los candidatos.
En esta ocasión vemos en campaña a algunos personajes que buscan la reelección en un ayuntamiento o van por un segundo periodo en el congreso local; en estos casos existen elementos que ayudan al votante a tomar una buena decisión, porque hay un referente inmediato de lo que han hecho los aspirantes. Por ejemplo:
En Cuernavaca tenemos al alcalde Antonio Villalobos, sin duda uno de los alcaldes peor calificados en la historia de la capital; este gobernante emanado de Morena ha acentuado los problemas de la capital: los servicios públicos son caros y de mala calidad, la corrupción se ha institucionalizado, la delincuencia organizada interviene en la administración pública, la violencia se ha convertido en cosa de todos los días y ahora son los propios inspectores municipales quienes extorsionan a la gente.
Con estas cartas credenciales es obvio que no existen motivos para votar por Antonio Villalobos: el municipio está quebrado, el cobro de piso se ha institucionalizado y la infraestructura dejó de tener mantenimiento. ¿Es todo? Por supuesto que no: la ciudad arrastra pasivos millonarios en distintas áreas consecuencia de las malas decisiones del alcalde, han despedido a cientos de trabajadores sin indemnizarlos, lo cual abultó la deuda pública municipal, endeudó al ayuntamiento con nuevos créditos bancarios y se descuidaron aspectos sustantivos para cualquier administración como el mantenimiento, la iluminación, el suministro de agua y el fomento al desarrollo económico.
Como consecuencia de ello Cuernavaca perdió su brillo, está quebrada, carece de infraestructura, tiene malos servicios, falta el agua en muchas colonias y los ciudadanos viven con miedo de toparse a un delincuente o los asalte un inspector municipal. En dos años de gobierno de Morena la ciudad de la eterna primavera se encuentra al borde del caos, con múltiples crisis, violencia a todas horas y falta de rumbo. ¿Por qué refrendar la confianza en un gobierno así?
También en la capital hay otros candidatos que van por la reelección en sus cargos, como el panista Daniel Martínez Terrazas y la morenista Alejandra Flores; el primero ocupa un escaño federal desde hace casi tres años y en ese tiempo no ha hecho nada trascendente para el estado o para el distrito que representa: eso sí, al momento de buscar el voto asegura que tiene “grandes ideas” que llevar al congreso de la unión.
Si el joven Martínez Terrazas tuviera grandes ideas ¿Por qué no las ha implementado como legislador? El colmo: Martínez Terrazas compite por el primer distrito federal con sede en la capital, pero al mismo tiempo se registró como primer diputado plurinominal de la cuarta circunscripción, un espacio reservado para indígenas; cuando lo cuestionaron sobre su postulación indígena el joven Terrazas no supo ubicar la comunidad que le expidió la constancia y se indignó porque los reporteros cuestionaron su candidatura indígena “Es discriminatorio que se considere que un indígena solo puede ser de baja estatura y un determinado color de piel”.
Distinto, pero también complejo es el caso de Alejandra Flores, quien busca la reelección en el primer distrito local prometiendo que hará un buen trabajo como legisladora; Alejandra Flores ya es diputada, ganó ese distrito gracias a la ola obradorista y solo podría volver a triunfar si el voto de Morena la impulsa.
Como representante popular su desempeño ha sido pobre y ella misma reconoce que la legislatura actual no ha sabido ponerse de acuerdo; los diputados actuales han sido incapaces hasta de asistir a sesionar. El parlamento arrastra un enorme rezago en la agenda: en tres años no aprobaron las leyes de ingreso de los municipios y los primeros dos atoraron la validación del paquete económico estatal.
Internamente el parlamento ha sido escenario de múltiples escándalos personales, políticos y presuntos actos de corrupción; en una curul sigue sentado un diputado acusado de violar a una mujer y a pesar de que en el congreso hay 16 damas, nunca lograron un acuerdo entre ellas para que el diputado Marcos Zapotitla enfrentara la denuncia sin la protección del fuero. Además de Alejandra Flores, también busca la reelección la morenista Ariadna Barrera y la petista Tania Valentina.
El congreso de Morelos es sumamente caro: recibe alrededor de 500 millones de pesos al año, dinero que se destina en su mayoría a los legisladores, al pago de salarios de trabajadores y a la operación de sus oficinas. Recordemos que ningún congreso en México realiza obras ni presta servicio, es decir, todo el dinero que obtienen de presupuesto es para que se lo gasten en ellos. ¿Saque usted cuentas de cuánto dinero se lleva cada diputado local al año?
Casos como los anteriores hay varios que observar en la contienda; por supuesto existen algunos ejemplos positivos como el de Jiutepec, donde el alcalde ha hecho un gran trabajo y merecidamente recibe el apoyo del electorado, pero en lo general vemos a candidatos que buscan la reelección sin importarles lo que han hecho y bajo la premisa de que la gente es idiota y vota sin razonar.
El próximo domingo veremos para qué alcanza la fuerza de Morena y hasta que punto los votantes trasladan su simpatía por el presidente hacia los candidatos de su partido, independientemente de que tengan o no merecimientos para recibir el voto.
La reelección es un ejercicio democrático en donde los votantes pueden calificar el trabajo que están haciendo los candidatos. Veremos de qué estamos hechos los morelenses a la hora de refrendar nuestra confianza.
posdata
La Fiscalía Anticorrupción le ha dado curso a una denuncia contra el diputado Alfonso Sotelo por el extravío de un expediente en contra de su homólogo Marcos Zapotitla, acusado de violar a una mujer.
El tema de Zapotitla sigue vigente, aunque desde hace varios meses debió avanzar; la fiscalía general del Estado ha dado seguimiento a la investigación y a la integración del expediente, aunque en el congreso no se han podido poner de acuerdo para retirar el fuero al acusado.
La actuación de la FECC contra Alfonso Sotelo fue calificada por el acusado como un acto de revancha política, quien reviró que el fiscal y su oficina deberían ponerse a trabajar en las más de 80 denuncias que el congreso ha presentado contra diversos personajes por actos de corrupción.
Entendamos algo: aunque el extravío del expediente pudo ser en algún momento un elemento que retrasara el proceso legislativo contra Marcos Zapotitla, no es eso lo que ha detenido a los diputados; digámoslo de esta forma: la fortuna que con la que ha corrido hasta el momento el legislador Marcos Zapotitla es que los integrantes del parlamento no se ponen de acuerdo para nada.
Tomando en cuenta que ante la Fiscalía Anticorrupción se han presentado decenas de denuncias contra exfuncionarios del sexenio y la legislatura pasada por desvíos de recursos millonarios, resulta extraño que el fiscal Juan Salazar actúe en un tema administrativo y lo haga hasta ahora, en la recta final de un proceso electoral.
Pensar que el proceder de la FECC es político tampoco tiene mucha lógica, porque Alfonso Sotelo no está en campaña; lo que habría que considerar es que el fiscal anticorrupción se mueve en función de sus sentimientos, de sus intereses y de su estómago. En castellano: más que un ataque político con fines electorales, el proceso reciente contra el diputado Ponchito luce más como una revancha personal.
Aquí el tema se torna interesante porque el ataque no es contra el expresidente de la mesa directiva, sino contra un amigo personal de Cuauhtémoc Blanco. Esta actuación se repetirá mucho en el futuro inmediato, sobre todo si como todo apunta el siguiente congreso es opositor y en él prevalece el ánimo de llevar a juicio al gobernador.
Entendámoslo de esta manera: la acción contra Alfonso Sotelo puede ser una prueba de lo que en unos meses haría la Fiscalía Anticorrupción contra otros amigos o aliados del gobernador.
nota
Un candidato en Jiutepec del cual no recuerdo su nombre, pero es postulado por el Partido Verde avisó el viernes pasado que se “sumaba” a la campaña de su rival, el candidato de Redes Sociales Progresistas, que tampoco se quien es.
El mensaje me llamó la atención por lo que dijo o intentó decir el primero de ellos: “No es una declinación, sino una alianza por el bien de Jiutepec… vamos a caminar lo que resta de la elección pidiendo el voto para RSP”
¿Entonces es una declinación? Le preguntó una reportera.
¡No, es una alianza! La gente cree en mi, me va a seguir y por eso va a votar por RSP, Dijo seguro el candidato, aunque nadie entendió lo que dijo.
¿Comprenderá este candidato la diferencia entre alianza, declinación y suma?
Menos mal que se bajó de la contienda, en una de esas ganaba y no iba a saber lo que hace un presidente municipal y en donde está el municipio por el que compite.
En esta elección cualquiera puede ser candidato, pero parece que en el Verde los escogen para que tengan el mismo IQ.
IQ es coheficiente intelectual, para que lo entiendan los candidatos del partido Verde.
post it
La polémica en la que se ha visto envuelta la presidenta de la comisión de Hacienda del congreso local es más una lucha interna que un acto que realmente ponga en riesgo la elección. La comisión de Hacienda no ha sesionado y otorgar o negar recursos al IMPEPAC no depende de su presidenta Ariadna Barrera.
El punto que tendría que analizar Ariadna Barrera es lo que ha hecho como diputada y lo que podrá hacer en la siguiente legislatura; su triunfo depende de la fuerza de Morena y del trabajo de Rafael Reyes, pero en ningún escenario tendrá la misma fuerza ni los apoyos que ahora en la siguiente legislatura.
El poder es para hacer amigos y hasta ahora la diputada no ha hecho muchos. Los ataques de sus homólogos son prueba de ello.
redes sociales
El domingo es la elección.
¿Ya saben por quién van a votar?
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