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SERPIENTES Y ESCALERAS

Voto útil

El voto es útil cuando se hace con conciencia de lo que representa.

La utilidad del voto va más allá de un mensaje en redes sociales, un lema de campaña o un llamado ocurrente. El sufragio es una herramienta muy poderosa que los ciudadanos ya hemos aprendido a usar, con la que dimos paso a la alternancia y mediante la cual podemos calificar el actuar de un gobierno. La utilidad del voto está fuera de duda, aunque no todos tienen claridad de ello; el próximo domingo es responsabilidad de todos participar pensando en el futuro que queremos para nosotros y para los nuestros. El voto útil es el que se emite pensando en el bienestar general.

Morelos es un estado relativamente pequeño, pero muy importante por varias razones; su ubicación geográfica lo coloca en una posición envidiable en el país, su clima le ha valido para ser el espacio preferido de muchas figuras de la vida pública nacional e internacional y su historia lo convierte en pieza clave en la vida de nuestra nación. Casi todos los políticos, empresarios, intelectuales, artistas y deportistas tienen casa o un familiar avecindado en Morelos.

Por sus características geográficas Morelos es un estado muy bello, pero sus peculiaridades culturales lo vuelven también un lugar complejo, difícil de gobernar y sumamente politizado; cualquiera que haya venido de fuera a trabajar aquí o quienes tienen la encomienda de gobernar esta tierra puede dar cuenta de la dificultad que hay en una entidad donde coinciden muchos intereses nacionales y existe una enorme variedad de ideas, pensamientos e ideologías.

El proceso electoral en curso es un ejemplo de lo que representa Morelos en el ámbito político: hay 23 partidos registrados y en la capital compiten 19 candidatos; históricamente el estado ha sido ganado por la izquierda, existe presencia obradorista en casi todas las comunidades, aunque la capital tiende más hacia la derecha; el actual es el único gobierno de izquierda que tenido Cuernavaca y lo ha hecho francamente mal. En la entidad hemos visto como un municipio cambia de partido de una elección a otra, podemos recordar contiendas que se definen por un voto o tendencias electorales que se mueven en el último momento. Todo puede suceder en Morelos.

La personalidad del estado tiene un alto grado de complejidad: los morelenses (de nacimiento o avecindados) no tenemos problemas con la gente que viene de fuera, cualquiera que llegue es recibido con los brazos abiertos siempre y cuando no lo haga con un espíritu de conquista o con una actitud altanera. Aquí la gente es gentil por la buena, pero muy brava cuando la tratan mal o le intentan imponer algo.

Algunos amigos encuestadores que trabajan hoy en el estado me comparten su experiencia al momento de levantar sus estudios de opinión: “La gente está muy enojada, son muchos años de malos gobiernos y es notorio el descontento y la desconfianza de las personas; nos cuesta trabajo que nos abran la puerta y luego les tenemos que sacar las respuestas con tirabuzón; después de ello nos quedan muchas dudas sobre sus opiniones, porque tenemos la impresión de que no nos están diciendo la verdad. Los resultados que mostramos son reales, pero eso no quiere decir que lo que los ciudadanos nos hayan dicho sea cierto”. Me detengo en este punto:

Los morelenses somos una población muy politizada, pero no siempre consciente de lo que hacemos al momento de sufragar; igual que en otros lados el ciudadano suele dejarse llevar por una emoción, vota por simpatía y también suele hacerlo con enojo. Electoralmente hablando el morelense está por encima de la media nacional en cuanto a participación electoral y según lo dicen algunos especialistas, tiende a definir su voto la semana previa al día de la elección. “Nadie tiene seguro el triunfo en este momento” me comentan varios estrategas que están trabajando en la capital.

La contienda que estamos viendo hoy en Morelos es peculiar, distinta a las anteriores; los partidos y los candidatos apostaron a las redes sociales y el resultado es que a pesar de que existen más de veinte siglas en contienda, la mayoría e la gente no tiene claridad de quienes compiten ni de qué representan. Más aún: a pesar de tantos candidatos en campaña estamos frente a la elección menos llamativa, menos sonada, que poco se siente y con menos atención de los últimos años. Obvio: las redes sociales son herramientas de comunicación muy importantes, pero no funcionan para hacer campañas políticas.

En el terreno de la competencia lo que tenemos es básicamente lo mismo que se ve a nivel nacional: una elección cerrada entre dos opciones representadas por el Movimiento de Regeneración Nacional y quienes se ofertan como la contraparte la 4T. Morena sin duda es el partido con más intención de voto, pero los números que se ven en las encuestas no se sienten en las calles ni con la gente, como sucedía en el proceso electoral del 2018; digámoslo de esta manera: en muchos lados Morena va arriba, pero no por tanto como nos dicen las encuestas.

Personalmente no tengo duda que en este momento competir bajo las siglas del Movimiento de Regeneración Nacional es mucho mejor que hacerlo por otro partido, pero también creo que en muchos casos el perfil del candidato puede ser determinante al momento de que el ciudadano defina su voto, sobre todo en lugares donde el Movimiento de Regeneración Nacional tiene más desgaste por la actuación de sus gobernantes o no hay identidad entre las siglas y la persona.

La utilidad del voto que emitiremos el próximo domingo comienza con la participación y se corona con el razonamiento. Y no me refiero a la reflexión profunda que deberíamos hacer sobre las propuestas que cada candidato ha hecho a lo largo de 45 días (eso sería mucho pedir), sino a un análisis básico de lo que más nos conviene a todos como sociedad, del perfil de quienes nos habrán de gobernar en los siguientes años y la identidad que tienen los candidatos con los ciudadanos a quienes les piden su confianza.

En Morelos el voto útil no debe ser contra un partido, contra un gobierno o contra un candidato en particular, sino a favor de una sociedad que merece un mejor futuro, más seguro, próspero y fraterno; a favor de quien que sea capaz de lograr que las cosas cambien, de que mejoren y todos encontremos un motivo para reconciliarnos.

Personalmente votaré por alguien a quien le duela lo que le está pasando a nuestra ciudad y a nuestro estado desde hace más de dos décadas, alguien realmente comprometido a hacer las cosas diferentes en favor de todos, alguien que pasada la elección le ponga un punto final a los pleitos e inicie una labor de reencuentro en todos los niveles.

Obvio: alguien que no deje pasar ni perdone los actos ilegales cometidos en las instituciones. Solo hay algo peor que la corrupción: la impunidad.

posdata

Hoy concluyen las campañas y mañana inicia un espacio de silencio electoral previo a que se instalen las urnas. Varios candidatos han realizado eventos masivos mostrando que tienen seguidores, aunque ello solo sirve para la foto y para fortalecer el estado de ánimo de su gente.

Los que vienen son días intensos en los equipos de los candidatos, se trata de un periodo clave porque mientras el elector sopesa la decisión que tomará el próximo domingo, en las casas de campaña se afinan las estructuras, se prepara la movilización y se alistan a los representes que habrá en las casillas.

No tengo claro cuántos candidatos lograrán cubrir estos tres aspectos y cuantos simplemente esperan el silbatazo final del árbitro para saber para qué les alcanzó su campaña. Creo que de los 23 partidos con registro al menos la mitad desaparecerá y de los pocos que logren sobrevivir, quizá cuatro consigan tener un diputado en la próxima legislatura.

Aunque desangelada en lo general, la atención de la elección actual se ha puesto en algunos municipios; mucho se habla de la fuerza que Morena brinda a sus candidatos y del impulso que le dará a Jorge Argüelles en Cuernavaca, pero habría que poner atención también en lo que sucederá con el siguiente congreso, porque pase lo que pase en la capital la gobernabilidad para la segunda mitad del sexenio depende de como se conforme la siguiente legislatura.

Digámoslo de esta forma: los alcaldes son figuras preponderantes en el escenario político y electoral, pero los próximos diputados jugarán un papel definitivo en el futuro del estado; desde cualquier ángulo que se vea el congreso que viene será diametralmente opuesto al actual y no hay manera de que sea favorable al gobierno de Cuauhtémoc Blanco.

A nivel nacional la historia es diferente: la fuerza del presidente combinada con la operación política que viene haciendo desde hace meses puede conseguirle un congreso favorable, quizá no con una representación tan numerosa como ahora, pero sin duda mayoritariamente afín al proyecto de la Cuarta Transformación.

En Morelos ha faltado operación política en este punto: no se hizo antes para tener resultados con la actual legislatura, ni para identificar liderazgos rentables que pudieran ser electos el 06 de junio; paro tampoco se ha hecho ahora, dialogando con las diferentes fuerzas partidistas para establecer canales de comunicación y diálogo que deriven en una relación respetuosa entre poderes, retirando la amenaza de enjuiciar al ejecutivo.

Pero en política nunca es tarde y aún ahora los operadores del gobierno estatal deberían trazar un camino para establecer una inmediato trato con los ganadores de la elección del próximo domingo, para trabajar en una agenda de estado y sacar de la agenda política cualquier posibilidad de revancha personal contra el gobernador.

Ganar la contienda electoral es fundamental para los partidos políticos; para Cuauhtémoc Blanco la prioridad debe ser otra: mantener la gobernabilidad en el estado.

nota

La falta de suministro de agua potable en varias colonias de la capital sigue siendo un problema grave y sin solución; a pesar de las múltiples muestras de inconformidad ciudadana, de las marchas, las manifestaciones y los bloqueos, las autoridades del gobierno de Antonio Villalobos no dan respuesta; ni siquiera parecen preocupadas del padecimiento de cientos de familias.

La historia se repite desde hace varios meses: la gente sale, toma calles, exhibe pancartas, reclama, cierra vialidades, provoca caos vehicular y luego se retiran sin solución. Muchas veces el ayuntamiento ni siquiera se preocupa por atender a los quejosos y en casos como el de esta semana solo informa que la falta de suministro se debe a un problema con una bomba y que aún tardarán varios días en repararla.

En la capital morelense hemos llegado a un punto muy severo de indolencia oficial, tenemos un alcalde que se siente artista, que anda en campaña con aplausos comprados y que olvidó completamente sus deberes como jefe del gobierno de la ciudad. Nunca como ahora el ciudadano tuvo un presidente municipal con las características de Antonio Villalobos, pero sobre todo con el valemadrismo que ha caracterizado a su administración.

Quien gane la elección del próximo domingo tendrá facultades legales para comenzar a revisar la actuación del gobierno de Cuernavaca y tiene la obligación moral con todos los ciudadanos de actuar en aquellos casos en donde se comprueben malos manejos o un procedimiento al margen de la ley.

El primer punto que deben revisar es la pavimentación que se lleva a cabo en la av. Morelos, donde la empresa comenzó a laborar antes de que la obra fuera adjudicada.

post it

Grupo Imagen difundió ayer un video tomado por una cámara de seguridad segundos después del triple asesinato en el bar Casa Bacacho; según la periodista Yuriria Sierra uno de los presuntos asesinos sería elemento en activo de la fiscalía general que estaría (sic) “protegido por el fiscal Uriel Carmona”.

El tema es muy delicado; el hecho que un medio nacional difunda esta información antes que las autoridades no es cosa menor. El fiscal tendrá que aclarar esta información.

redes sociales

El próximo domingo son las elecciones.

¿Ya saben por quién van a votar?

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