Si no los quieres en prisión, no los metas
Cosas que pasan: el Presidente y líder del gobierno, que se ha empeñado en meter a prisión mediante el mecanismo de la prisión preventiva oficiosa, ayer se extrañó y quejó de que hay muchos mexicanos sin sentencia en las cárceles.
El Presidente que ha presumido una y otra vez que ahora ya hay más delitos “graves”, la manera en que él expresa que ya tienen prisión preventiva oficiosa, ayer se quejó de que la mitad de los presos hoy no tienen sentencia.
Se quejó por las razones equivocadas, según él porque no tiene defensores: “Es un asunto de seguridad y justicia, lo de los que están presos sin sentencia. Esto lo estamos viendo porque es una violación, consideramos, a los derechos humanos de miles de personas que están detenidas sin sentencia y ya llevan tiempo, años. Entonces, vamos a enviar de manera respetuosa un escrito al Consejo de la Judicatura para que esto se atienda. (…) Esto tiene que ver con la necesidad de que se cuente con defensores de oficio y de que también el Poder Judicial, con todo respeto, atienda a quienes no tienen para pagar abogados. Si un agente que tiene recursos y puede pagar abogado es muy probable que logre que lo liberen, pero el que no tiene, y que no hay abogados de oficio o no se le da la importancia, ahí pueden estar años".
Las razones, por supuesto, son mucho más complicadas que eso y la principal es nuestra afición de toda la vida y magnificada por este gobierno: la prisión preventiva oficiosa.
Si el Presidente lo duda, que le pregunte a la CNDH. Sí, a esta CNDH quien hace poco acudió a la Suprema Corte para quejarse del nuevo catálogo de delitos, porque “la prisión preventiva oficiosa transgrede diversos derechos humanos como la libertad personal, de tránsito, al debido proceso, a la seguridad jurídica, a la presunción de inocencia. La prisión preventiva oficiosa genera escenarios de vulnerabilidad y riesgos de violación de derechos humanos, pues impide que el Ministerio Público cumpla con su obligación de investigar cabalmente caso por caso y que éstos sean sometidos a un detallado análisis judicial, toda vez que por el simple hecho de que a una persona se le impute un delito de los que ameritan prisión preventiva oficiosa, se le podrá imponer ésta con el riesgo de que no exista una investigación”.
El problema es ese, señor presidente. Ni le escriba a la Judicatura.
Carlos Puig
@puigcarlos