¿En qué se convertirá el PRI?
Si un perdedor hubo en las elecciones del domingo fue el Partido Revolucionario Institucional. Perdió las gubernaturas de Guerrero, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Campeche, San Luis Potosí, Colima, Tlaxcala… algunas que pensaba para siempre suyas. Es en la Cámara de Diputados segundo en una alianza que ahora encabeza el PAN; su líder nacional ha quedado aún más debilitado después de haber perdido la gubernatura de la entidad que él gobernó.
Los años que no tuvo la Presidencia el PRI, vivió a partir de su fuerza en el Congreso para lograr concesiones del panismo o de sus muchos y poderosos —sobre todo económicamente— gobernadores. De hecho, desde ahí construyó su regreso. En 2003 y 2009 fue la primera fuerza en la Cámara de Diputados y desde ahí sobrevivió y reconstruyó. Aunque hoy está claro, el peñanietismo del regreso fue devastador, como ahora lo vemos con claridad.
Ahora, Morena tiene para la mayoría con aliados de la coalición original, es decir, PT y Verde, y si necesitara al PRI para alguna constitucional, pues eso ya lo hicieron desde 2018, no hay problema. Por lo pronto, han perdido valor en la Cámara a menos que el Verde se ponga muy caro o quiera renegociar, como acostumbra, y el tricolor quiera colarse. Después del desastre en los estados ayer, ¿qué les queda?
Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Coahuila. Sí, cuatro estados. Será mi edad, pero nunca creí escribir esa línea.
En Oaxaca, el gobernador es un buen morenista sin afiliación y el estado votó por Morena en municipios y el Congreso local, poco que hacer ahí para el tricolor. En Hidalgo, el gobernador no aparece mucho y Morena ganó en la entidad.
En Edomex, la alianza ayudó a Alfredo Del Mazo y todo indica que recuperará control del Congreso pero con la coalición, y muchos de los municipios ganados por la alianza son, en verdad, panistas de los que dependerá en cada negociación.
Y luego viene el caso más extraño e interesante: ese oasis priista llamado Chihuahua donde el tricolor, sin alianzas ni esas tonterías, arrasó en municipios, diputaciones federales y ya controlan el Congreso local.
El PRI por sí solo ganó 11 diputaciones de mayoría en todo el país, cinco las ganó en Coahuila.
Cualquier cosa en que se convierta el PRI tendrá que pasar por el priismo de Coahuila, el de Rubén Moreira y, hoy más que nunca, el de Miguel Riquelme y quienes los acompañan.
Carlos Puig
@puigcarlos