Colegio reporta deficiencias en 68% del recorrido; en 32% se requiere evaluación detallada por patologías y control de materiales; en tramo subterráneo hay daños, pero no estructurales; falta mantenimiento a vías y trenes; Metro pierde pasajeros e ingresos
La revisión física al tramo elevado de la Línea 12 del Metro, realizada por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, reveló que en el recorrido de Culhuacán a Tlaltenco se encontraron soldaduras consideradas irregulares para una obra de esta magnitud, separación poco uniforme de vigas, deformaciones en elementos de apoyo, así como fisuras y grietas en algunas columnas, trabes y cabezales.
Si bien las afectaciones no implican por sí mismas un problema de gravedad, sí deberán tener una revisión y evaluación pormenorizada, así como un control de calidad en los materiales.
En varios de los casos se tiene noticia de que pudieran venir desde la propia construcción de la Línea 12 del Metro, aunque también intervinieron sucesos como los sismos, señaló Bernardo Gómez González, coordinador del Comité Técnico de Seguridad Estructural del colegio.
En conferencia de prensa, señaló que en 68 por ciento del recorrido hay deficiencias o afectaciones menores que, en términos técnicos, reciben una clasificación C, porque son situaciones comunes que simplemente requieren la actuación en términos rutinarios.
No obstante, en 32 por ciento del recorrido se encontraron afectaciones grado B, lo cual no implica en sí mismo que los tramos sean de riesgo alto o que debieran salir de operación, sino que son una muestra de vulnerabilidades, daños o deficiencias que deben analizarse con mayor detalle.
“De las evidencias, en cuanto a las deficiencias encontradas que requieren mayor estudio y que esto implica pasar al nivel dos de evaluación, se debe de hacer una evaluación detallada, una revisión pormenorizada, tal vez un tema de control de calidad en los materiales, en fin, un proceso de evaluación más preciso y detallado con especialistas”, sostuvo.
Gráfico
En las deficiencias de grado B se encontraron soldaduras al centro del claro de la trabe; aunque en sí mismas no están prohibidas en la reglamentación, esa zona es justo la de mayor esfuerzo a nivel de carga, por ello es importante corroborar de manera numérica su funcionalidad, expuso.
Otro tema que deberá revisarse y evaluarse es la separación de vigas, pues en algunos casos no es la adecuada desde un punto de vista de sanidad estructural.
Detalló que hay tres casos de columnas con agrietamientos en el concreto que, aparentemente, son superficiales; sin embargo, por la importancia de estos elementos estructurales para la estabilidad del viaducto, es importante que no solamente se reparen, sino que se analicen para determinar su estado.
También se hallaron algunas fisuras en trabes y cabezales, diafragmas colocados deficientemente o inclusive inexistentes.
En las afectaciones con grado B, hay cinco puntos que, dijo, deben tener atención inmediata. En el cruce del Periférico y Tláhuac es de preocupación la separación entre cuatro columnas; también están en este rubro las fisuras en las columnas.
Derivado de lo anterior, el Colegio de Ingenieros planteó tres recomendaciones. La primera es reforzar y/o complementar las recomendaciones de este estudio con información y conclusiones de los peritajes de la zona cero; la segunda señala que no se debe reiniciar la operación del tramo elevado de la Línea 12 del Metro hasta no tener una revisión detallada, con informe de todas las vulnerabilidades; y la tercera propone la elaboración de un proyecto de reforzamiento y rehabilitación que solucione las deficiencias identificadas, así como las vulnerabilidades que requieren atención inmediata.