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¿Y la “Tres de tres” de los prestanombres?

Por Mario Barrera Arriaga

 

Que Graco Ramírez presentó su declaración “Tres de tres”. Pero como los secretos a voces no coinciden con nuestras suspicacias, habría que preguntar primero si se trata de la versión “pública” o la “real” y más aún: exigir que hijos putativos, allegados y empresarios vinculados al desgobernador hicieran lo propio, porque les resultaría difícil explicar el origen de muchas de sus posesiones, sobre todo si son prestanombres del que maneja el erario público estatal.

Lo que de fondo requerimos en Morelos es de mecanismos anticorrpción para poner freno a la voracidad del mandatario y su legión. Pero tenemos grandes problemas para que eso germine:

1.- A nivel nacional, la clase política ha dejado en claro que las medidas en la materia han surgido descafeinadas para que muchísimo más tarde que temprano –o de plano nunca- tengamos claridad y transparencia en lo que se refiere a las declaraciones patrimoniales, de impuestos y de conflicto de interés, pero sobre todo a ese mar que es la administración pública.

2.- Es evidente que incluso un marco legal anticorrupción tan tibio e ineficiente, a modo de la clase política, aún descabezado, si en el plano federal no tiene para cuándo, tardará aún más en aterrizar en las entidades federativas.

3.- Claramente resulta simplista una nimia declaración “pública” y no “real” del “Tres de tres” porque ningún sistema anticorrupción puede descansar en tan pobre conceptualización, sobre todo si incluso está tan parchada que no cumple el objetivo real con el que organismos sociales la platearon de origen.

4.- Las versiones “públicas” y no “reales” de la “Tres de tres”, al estilo Graco, están plagadas del oportunismo engañabobos del que quiere ser candidato presidencial y no obedecen al verdadero, real y legítimo interés de la sociedad de combatir la corrupción a fondo.

5.- El diseño institucional permite a los políticos tramposos salirse por la tangente y venderse como demócratas y honrados cuando, por ejemplo, los legisladores se convierten en juez y parte de lo que sus divinas majestades quieren que sepamos acerca de sus fortunas, no siempre explicables, con declaraciones públicas cuyos formatos y llenado pronto se venderán en las papelerías.

6.- La falta de voluntad de la clase política tramposamente los motiva a no seguir modelos internacionales en la materia –y que van mucho más allá de la “Tres de tres”-, o al menos encargar a centros de investigación en la materia un diseño más acorde con un modelo cercano a la eficacia, y no simplemente volverse a burlar de la sociedad con un esquema a modo.

7.- A la sombra de una naciente legislación amañada para combatir la corrupción, gente como Graco, otros gobernadores, servidores públicos y representantes populares se nos presentan como la Madre Teresa de Calcuta, cuando a todas luces está visto para la sociedad lo que en realidad son.

8.- Graco dirá que, toda vez que no hay consolidado un modelo anticorrupción a nivel nacional, para qué adelantare aquí si se estaría violando el procedimiento, ignorando que es la voluntad política y no la legislación lo que permite implantar avances al interior de toda administración pública si quien la encabeza tiene un liderazgo capaz de imprimir un sello democrático y de transparencia a su administración. Y aquí, disculpará el de la recientemente presentada “Tres de tres pública y no real”, estamos a años luz de ello.

9.- ¿Alguien ha sabido de los procedimientos anticorrupción implementados por el desgobernador Graco Ramírez? ¿Parten del conocimiento pleno de las leyes clave a analizar y comparar con democracias más consolidadas que han registrado avances en el combate a este problema, en un ejercicio tanto de derecho comparado como de evaluación institucional? ¿Se ha hecho al menos un diagnóstico de las áreas en riesgo o más susceptibles de que se presenten los problemas de corrupción para trabajar en su diagnóstico y corrección? ¿Tiene un programa en la materia, que permanentemente es evaluado y corregido, ya como parte de una política pública cotidiana?

Graco resultó más Obispo que el Obispo al pedirnos un acto de fe para creerle en su versión “Tres de tres pública y no real”.

Simplemente no tenemos un “Atlas de Riesgo de la Corrupción” porque Graco nunca lo hará, porque la sociedad sigue intentando sobrevivir al tirano y porque la virtuosa clase política mexicana y sus gobernantes viven en una isla, ignorantes de que en otras latitudes la Tierra giró y avanzó más rápido, mientras que aquí nos quedamos con los cavernícolas que quieren imponer la voluntad del más fuerte, su ley y garrote en mano…

 

 

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