Sin que exista consenso sobre qué es la clase media, profesionistas responden al concepto que dio el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre ese sector, al que calificó de individualista y aspiracionista.
'Estoy en peligro de extinción' Antonio Calera Grobet, escritor, editor y promotor cultural, de 74 años, relata el origen migrante de su familia en México.
"Los Kalera de mi padre, como se debería escribir, vinieron por la Guerra Civil española; por la pobreza, mi abuelo viene del País Vasco. Los Grobet de Ginebra, Suiza, aunque la familia materna estuvo siempre ligada a Veracruz, San Andrés Tuxtla.
"Yo viví 20 años en Tlalnepantla. Soy, como todos, producto de la migración de los sueños, de la aculturación, de la mezcla. Ahora, por ahora, soy de Narvarte. Mi padre era repartidor en un camión de cerveza. No tuvo estudios. Mi madre y mi padre trabajaron toda la vida para darnos estudio y valores. Y por su esfuerzo, a pesar de las carencias, fuimos felices", señala.
¿Se reconoce como un integrante de la clase media?
Sí, yo soy clasemediero. De manera que estoy en peligro de extinción. Los que conformamos ese entelequia de clase media estamos en medio de una guerra sociopolítica y cultural que nos desangra. Hay cada vez más pobreza extrema y, cosa curiosa, cada vez más riqueza entre los ricos. Quisiera decir, con el peor humor negro, que quizá soy clase media porque no soy tan pobre como para no poder pagar impuestos, pero no tan rico como para que los que manejan el País desde su trono me los perdonen.
Tras la elección del 6 de junio, cuando Morena perdió varias alcaldías en la Ciudad de México, el Presidente López Obrador aseguró que fue así porque en la Capital viven más votantes de clase media, y se lanzó contra ella.
Al respecto, Calera señala: "La clase media es individualista, le da la espalda al prójimo. Aspiracionista. Lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que se pueda sin escrúpulos morales de ninguna índole. Son partidarios del que 'no transa no avanza'.
"Le suplicaría al lector que quite una palabra de este comentario del Presidente (la palabra 'media'), y la sustituya por la palabra 'política'. Quedaría entonces así: 'La clase política es individualista, le da la espalda al prójimo'".'Nada de qué avergonzarme' Después de que el Presidente se refirió en su conferencia a la clase media, el epidemiólogo ambiental Marco Sánchez Guerra, de 42 años, con estudios en Harvard, publicó en Twitter su opinión al respecto.
"Crecí en Ecatepec, con el esfuerzo de mis padres pude estudiar, viví en el extranjero y fui parte de la mejor universidad del mundo, Harvard. Me gustaría lo mismo para los millones que pertenecen a la clase media baja. Estudiar es la mejor herencia que te pueden dar tus padres". señaló.
La publicación, que ha tenido más de 15 mil "likes", fue una respuesta a lo que Sánchez Guerra, hijo de un contratista con estudios de primaria y de una comerciante autodidacta, consideraba inaudito desde un año atrás, cuando López Obrador comparó a los mexicanos que estudian en el extranjero con los hijos de Vito Corleone, de "El Padrino".
"No me gusta hablar mucho de mi vida personal, siento que es como victimizarme y creo que no tengo ni de qué avergonzarme, pero sí me dio tristeza, dolor y enojo que el Presidente pueda tener ese tipo de discursos contra la gente que está buscando ser mejor.
"No sé cuál sea la intención del Presidente. Yo no creo que esté consciente del gran daño que puede hacer para desincentivar a la población para estudiar y tener aspiraciones de salir adelante", dice vía telefónica el mayor de cuatro hermanos, el único que cursó una licenciatura.
Sánchez Guerra, biólogo por la UNAM, maestro y doctor en Ciencias en toxicología por el Cinvestav, con un posdoctorado en Salud Ambiental en Harvard mediante una beca de la Fundación México en Harvard y del Conacyt, recuerda su infancia en Ecatepec, donde vivió hasta que comenzó a estudiar la maestría.
"Era como la de millones de mexicanos. No teníamos problemas para alimentarnos, pero no te podías comprar tenis ni ropa de marca. Los trayectos de 15 minutos se podían convertir en cuatro horas por las inundaciones, pero nunca nos faltó comida, porque mis padres siempre fueron muy trabajadores", señala.'Soy aspiracionista, si es mejorar diario' La dermatóloga Marcela Saeb Lima señala que siempre aspiró a destacar, y que muchos de sus logros son resultado del empeño y la vocación.
Cursó la licenciatura en la Universidad La Salle, donde obtuvo 9.9 de promedio, por lo que recibió mención honorífica.
Hizo una subespecialidad en la Universidad de Harvard, en el Brigham and Women's Hospital (BWH), con un crédito otorgado por el Banco de México, que tardó 10 años en pagar, y una beca de la Fundación Harvard en México.
Regresó al País e ingresó al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", donde labora desde 2002.
En el Hospital ABC realiza consulta privada y también está adscrita al Hospital Ángeles Interlomas.
"Esto obviamente implica bastante estudio, dedicación. A partir que uno sale de la universidad, prácticamente a uno le van pagando un pequeño sueldo y con eso va saliendo. Implica pues, mucho estudio. Demostrar que tu trabajo vale, que tu trabajo cuenta para que seas considerado en los institutos.
"Trabajo diario, me esfuerzo diario, mucha dedicación, estudio diario y esa es la forma que uno va posicionando un nombre y una trayectoria, un currículum", afirma.
La postura del Presidente sobre la clase media, indica Saeb Lima, es absolutamente inadecuada.
"Me parece que es un despropósito clasificar a las personas por sus aspiraciones. ¿Qué quisiera decir aspiraciones? ¿Mejorar todos los días y ser mejor versión de uno mismo? Pues probablemente sí. ¿Mejorar la profesión que uno profesa ante el mundo? Sí, sí quiero que sea mejor. Yo educo a residentes y me gusta que todos los días mejoren, que todos los días aprendan más, entonces, sí soy aspiracionista.
"Ser aspiracionista o tener aspiraciones en sentido de que yo pueda vivir un tanto más tranquila, sí. Sin tener que estar pidiendo prestado, probablemente sí. En el sentido de tener privilegios como se ha tratado de clasificar, no. Yo no creo en esta cuestión de los privilegios, creo que tengo derechos y compromisos conmigo, con la sociedad, con mi hija y en ese sentido, sí", insiste.'Mi sueño es siempre seguir creciendo' No son candidatos a apoyos gubernamentales por vulnerabilidad, pero ayudan a generar empleos y aportan a la movilidad de la economía en México. Es la descripción de la clase media que da Cuauhtémoc Chávez, de 29 años, locatario de la Central de Abastos.
Aunque acota que no cree que en México haya una clase media, y pueda ser dividida en alta, media o baja, considera que hay un gran ánimo "desde en medio", con un ímpetu de ir por más.
Afirma que la gente no debe conformarse, sino aspirar siempre a llegar más alto.
Cuauhtémoc Chávez se dedica al comercio de tomates. Surte a vendedores por cajas o toneladas. El oficio lo aprendió desde pequeño, y ha buscado mejorarlo y ampliarlo.
Su labor, de lunes a domingo, comienza desde las 3 de la mañana, y él agradece esa actividad que le ha ayudado a tener un buen nivel de vida y a dar a su hija lo mejor a su alcance.
"A donde mires, puedes encontrar el esfuerzo en la Central de Abastos. Se generan bastantes empleos, la gente va emprendiendo. Yo creo que todos aspiramos. Desde el hecho que nosotros nos levantamos diario por un sueño que nos mueve, por una ambición en particular o algo que nos mueve en la vida.
"Tenemos que aspirar a algo, claro que sí, pero también el señor Presidente debe de ser franco y concreto en lo que él dice, porque no dice: 'los voy a motivar a hacer algo', debe ser concreto en que aspiramos a qué. Una cosa es aspirar y otra cosa es que realmente lo podamos obtener. Nunca he tenido ningún apoyo gubernamental. Mis sueños son siempre seguir creciendo, busco diario esa estabilidad económica, me construyo diario, sólo busco tener una mejor vida.
"Hay que apoyar a la gente que le generaría más ingresos al País. No críticas, mensajes positivos es lo que necesita este País", comenta.
El joven cuenta con una licenciatura en Comercialización Internacional, que obtuvo tras cuatro años de combinar el trabajo y el estudio en la Escuela Superior de Comercio Internacional.