No, no es que se maten entre ellos
Del horror sucedido en Reynosa hace unos días tenemos al día hoy, como suele suceder con estos casos, una serie de crónicas basadas en testimonios de quienes las vieron o vivieron. No hay mucho más. Los aparatos de seguridad son menos que comunicativos en la mayoría de estos eventos; como suele suceder, nadie hace nunca una investigación seria y una masacre de esa magnitud siempre es complicada de reconstruir y dilucidar.
La mayoría de esas crónicas de periodistas que saben de lo que hablan indicaban que, por razones inexplicables, los asesinos habían salido como si fuera una cacería con el fin de intimidar a la población. Ayer, la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, salió a dar entrevistas a la prensa nacional en donde quiso corregir el argumento.
Resulta que como hemos escuchado tantas pero tantas otras veces, según ella, los delincuentes se andaban matando entre ellos. Los muchos civiles muertos son algo así como daño colateral. Eso es regresar a los viejos tiempos.
Dijo la alcaldesa que de acuerdo con información proporcionada por las fuerzas armadas, el enfrentamiento entre dos bandas criminales fue lo que ocasionó la muerte de 15 personas inocentes y de cuatro civiles armados. (Hay versiones que hablan de 14 personas).
Le dijo a Carmen Aristegui que “de acuerdo con la información en su poder, se trató de enfrentamientos entre un grupo de Río Bravo y otro de Reynosa. En esos enfrentamientos se iban persiguiendo, obviamente se dispararon y entonces salieron estas balas hacia los ciudadanos”. Sí, balas perdidas.
Y después dijo en los espacios donde dio entrevistas que pedía a las autoridades federales y estatales que esclarecieran los hechos y ayudaran a Reynosa, que “no puede vivir con este miedo”.
Es decir, una ciudad que ha vivido bajo el yugo de la violencia desde hace años y que no tiene policía municipal, parece no tener tampoco mucha ayuda del estado o de la Federación. La alcaldesa dijo que los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad estaban en una junta cuando empezó la masacre.
Luego, en contra de los testimonios y las crónicas de quienes ahí estuvieron nos dicen que fue un enfrentamiento entre bandas criminales; qué rápido lo supieron.
Y luego… pues seguramente nada o muy poco, como sucede hace años. Así la seguridad y el proyecto de paz.
@puigcarlos