Desde la presentación la semana pasada del primer informe pericial, se han repetido las reuniones privadas entre Claudia Sheinbaum y López Obrador. La última, con la presencia también de Carlos Slim
La opacidad y el cierre de filas entre las autoridades y las empresas implicadas en el accidente de la línea 12 del metro de Ciudad de México marcan de momento los avances de la investigación. El miércoles pasado, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presentó el primer informe pericial sobre el derrumbe de un tramo de la línea en el que murieron 26 personas y decenas más resultaron heridas el pasado 3 de mayo. El estudio de ingeniería forense estableció que existía una “falla estructural” en la construcción de la obra. Desde entonces, Sheinbaum se ha reunido al menos en tres ocasiones con el presidente Andrés Manuel López Obrador. La última este martes, con la presencia también de Carlos Slim, el empresario más rico de México y propietario de Grupo Carso, la empresa que construyó el tramo siniestrado. De ninguno de los tres encuentros ha trascendido más información que las llamadas genéricas a la transparencia y a los dos dictámenes aún pendientes.
“Tengan la certeza de que va a haber absoluta transparencia en todo. Hay un portal que está ya en línea y todos los dictámenes que vienen y el que se hizo se publicarán ahí”, manifestó la jefa de Gobierno capitalino en una rueda de prensa posterior a la reunión de este martes. La presencia de Slim, que recientemente también se reunió con el presidente como parte del sanedrín de grandes empresarios, el Consejo Mexicano de Negocios, concentra aún más el foco en su empresa. Junto a la francesa Alstom y la también mexicana ICA, Carso completa el consorcio de adjudicatarias de la polémica obra de la línea 12.
Carso es en todo caso la responsable de la construcción del tramo específico, un puente elevado sobre una carretera, que se desplomó provocando la tragedia. El informe de la empresa noruega de peritaje Det Norske Veritas (DNV) determinó un puñado de deficiencias estructurales como fallas en los pernos y las trabes que sostenían el puente, el uso de diferentes concretos y soldaduras mal realizadas o no concluidas. Así como “materiales ajenos” al diseño inicial de la obra y “fallas en los recubrimientos”.
La tragedia se produjo tres días antes de las elecciones intermedias, pero su onda expansiva política es aún mayor. La llamada Línea Dorada, que conecta algunas de las zonas más alejadas y humildes del sureste de la capital, se construyó durante el mandato de Marcelo Ebrard (2006-2012), hoy canciller y hombre fuerte del presidente. Su inauguración fue suspendida por el regidor siguiente, el ahora senador opositor Miguel Ángel Mancera (2012-2018), por supuestas irregularidades y problemas técnicos. Tras unas polémicas reparaciones tras el sismo de 2017, Sheinbaum está ahora también haciendo frente desgaste político de la tragedia.
López Obrador ha repetido que habrá “castigo para los responsables” y el primer informe pericial ya ha sido incluido en el expediente que ha abierto la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para investigar las responsabilidades. De momento, a más de un mes del accidente, no hay ningún señalado por la Justicia o la Administración capitalina.
Sheinbaum anunció la semana pasada que pondrá en marcha una mesa de diálogo con el consorcio constructor, con Carso en el centro de todas las miradas. El brazo constructor de Slim acaba de ganar otro contrato público para desarrollar el tramo dos del Tren Maya (que atraviesa más de 200 kilómetros en el Estado de Campeche), uno de los proyectos insignia del Gobierno de López Obrador. Pese a unas primeras fricciones con motivo de la cancelación del aeropuerto proyectado por el Gobierno anterior, el empresario ha ido evolucionando hacia una cercanía cada vez mayor con el Ejecutivo de Morena, hasta el extremo de ser una de las piezas claves en la resolución hace dos años del trabado conflicto de los gasoductos con EE UU y Canadá. Incluyendo una simbólica foto de Slim con el mandatario durante una de las conferencias matutinas de López Obrador.
Los próximos informes periciales del accidente de la línea 12 se presentarán el 14 de julio y el 30 de agosto. La investigación se enfocará de aquí en adelante en averiguar si la planeación de la obra y los materiales que se usaron fueron apropiados, y si la construcción cumplió con lo establecido por el diseño. Del mismo modo, se pondrá especial atención a las reparaciones que se hicieron en esa línea de metro tras el temblor de 2017 y en posteriores mantenimientos.