Dos cambios, la misma señal para el presidente
La renuncia de Gabriel García Hernández a la Coordinación Nacional de los Programas del Desarrollo, apenas unos días después de la remoción de Irma Eréndira Sandoval como titular de la Secretaría de la Función Pública, ha sacudido el tablero al interior de Morena, por lo inesperado del cambio y por tratarse de uno de los más cercanos colaboradores del presidente Andrés Manuel López Obrador. En ambos casos les tocó pagar parte de las secuelas del proceso electoral; a García se le responsabilizó, en parte, por los resultados adversos para Morena en la Ciudad de México y a Sandoval por el golpeteo en contra de Félix Salgado Macedonio en Guerrero. Pero, el real factor en común en ambos casos fue que empezaron a operar políticamente por cuenta propia, lo que no habría sido bien visto por el presidente, quien no quiere perder el control de su sucesión y del futuro de su movimiento.
La delgada línea de Silvano
El aún gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles no solo mantuvo, sino que elevó el tono de sus señalamientos en contra de Alfredo Ramírez Bedolla, ganador de la elección a la gubernatura el pasado 6 de junio, e incluso se aventuró a declarar que no será al morenista a quien entregará el Gobierno michoacano. Cualquier posibilidad de una transición tersa ya saltó por los aires, pero, nos comentan, el verdadero objetivo de Aureoles sería sentarse con su sucesor y pactar su impunidad, y por ello tanta beligerancia. El problema es que Silvano está muy cerca de cruzar una línea de no retorno y lo más probable es que su estrategia resulte contraproducente, sobre todo si mantiene el tono, pero sin ofrecer alguna prueba de sus dichos.
¿Y el adeudo?
A una semana de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Oaxaca, y de que se denunciara una serie de adeudos de la compañía Hermes, parte de La Peninsular, por trabajos realizados como parte de la obra del Tren Transitsmico, los pagos aún no habrían sido cubiertos, esto a pesar de que desde el pasado martes presuntamente inició una negociación para gestionarlos. Lo que se acumulan son los problemas, pues apenas ayer un grupo de pobladores de la localidad de San Juan Guichicovi volvieron a expulsar a los trabajadores de esta empresa; ya que aseguran que no han solicitado permiso para ingresar y no han informado del impacto de estas obras.