Aniquilada la isegoría por el Presidente
¿Quién es quién en las mentiras? es un espacio editorial inaugurado el día de ayer, dentro de las conferencias mañaneras, que servirá para burlarse de las personas que difieren del gobierno o de las acciones del mandatario.
Pocas cosas pueden estar más lejos de la deliberación y el diálogo que la primera aparición pública de Ana Elizabeth García Vilchis, funcionaria de la Presidencia de la República que hará las veces de verdugo. No fue el suyo un ejercicio que aportara verdad ni que vaya a servir a la democracia. Al revés, el evento fue esencialmente desigual y, por tanto, también antidemocrático.
Lo griegos llamaban isegoría al acto de emparejar a las personas en el uso de la voz dentro del ágora. Junto con la igualdad ante la ley y ante el gobierno, la isegoría era condición irreductible de la aspiración democrática.
Creían los antiguos que, sin la posibilidad de ser iguales en el uso de la voz, las personas ciudadanas jamás podrían alcanzar las otras dos igualdades.
Pues ayer el presidente López Obrador decidió suprimir oficialmente en México la isegoría.
¿Quién es quién en las mentiras? es un ejercicio que no permite la réplica, el debate, el diálogo, mucho menos la persuasión o el intercambio de opiniones.
Tal como fue presentada esta sección, se trata de una gimnasia dedicada a descalificar cualquier crítica no con información, sino con etiquetas tan jocosas como facilonas. López Obrador precisó que no habrá derecho de réplica para los aludidos ya que, aunque supuestamente le gustaría, no podría entregar tiempo, durante la mañanera, a las voces aniquiladas bajo sus órdenes.
Según el mandatario, lo que se diga en el ágora de Palacio Nacional podrá ser debatido en otra ágora mucho más difusa e incierta como lo son las redes sociales.
¡Generosa oferta que deja al Presidente, bien y poco gastado!
En realidad, con esta modalidad la asimetría de la voz se confirma y quedan, desde ahora, peligrosamente en suspenso la isonomía (igualdad ante las leyes) y la isiocratía (igualdad ante el gobierno).
Zoom: el poder presidencial lleva mano, no solo porque es intolerante cuando sus falsedades son descubiertas, sino porque tiene capacidad única para deshonrar y reducir a sus oponentes a través del linchamiento.
@ricardomraphael