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DUDA RAZONABLE

El (poco) futuro de Alito y su PRI

Poco tardaron algunas fuerzas al interior del PRI en comenzar la rebelión dentro de Partido Revolucionario Institucional.

Esta primera, con todo y violencia, grupos relacionados con la delincuencia en Ciudad de México y plantones, está liderada por el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, otra joyita de esas que nos ha regalado el PRI en su larga historia que dice —no se rían— que “hay que expulsar lo podrido del PRI”. No, sí ríanse.

Ruiz incluye en la bolsa de lo podrido a Rubén Moreira, ex gobernador de Coahuila, el único estado donde el PRI no sufrió un desastre en las pasadas elecciones, aunque dicen los que saben del desmadre interno del tricolor que el verdadero responsable de haber sostenido Coahuila es el gobernador Miguel Riquelme, que ya no está en los mejores términos con Moreira. Vaya usted a saber. En la disputa por los restos del naufragio cualquier cosa puede ser, pero también es cierto que Moreira importará en la Cámara de Diputados.

Y en medio de esto está el que es formalmente líder nacional del PRI, un puesto que antes importaba, Alejandro Moreno o Alito.

El campechano llegó ahí un poco de rebote después del desastre de 2018, cuando nadie quería hacerse cargo del desastre que el peñismo había dejado, y si algo ha sabido hacer Moreno es acomodarse. Campechano como Juan Camilo Mouriño, fue cercano al secretario de Gobernación de Felipe Calderón (era senador), pero no tardó después de la muerte del panista en acomodarse con Emilio Lozoya, sí, en Campeche la operación de Pemex es muy grande, y hasta en hacerse mediador del hoy acusado —pero tranquilo en su casa— de corrupción con empresarios como Amado Yáñez de Oceanografía. Después andaba muy cerca de Miguel Ángel Osorio Chong hasta que el secretario de Gobernación de Peña Nieto perdió su carrera con el peñismo verdadero —me refiero a Videgaray— y de ahí al PRI.

Y ahora en 2021 Moreno perdió su estado, quedó en tercer lugar, el PRI perdió el Congreso y la capital. Cosas que en el tricolor no se perdonan.

La única pregunta es cuándo se va Alito y cómo.

Ya vendrá la disputa por quién se queda con el cascajo. Y Moreno, como siempre, se acomodará. _

Ámbito: 
Nacional