Aunque los 30 diputados cumplen con la presentación de su declaración patrimonial alrededor del 80 por ciento de la información que muestran está considerada como información confidencial. Además de los funcionarios públicos, los legisladores están obligados a presentar cada año su declaración patrimonial, que es un documento en el que muestran datos de identificación, sus ingresos anuales, de sus familiares directos y dependientes económicos, los bienes muebles e inmuebles y vehículos que poseen, así como los adeudos o inversiones que tienen.
Los integrantes de la LIII Legislatura cumplen con su obligación de presentar este documento, el cual se publica en el apartado de Transparencia del Congreso. Ahí se puede constatar que los 30 diputados y otros funcionarios del Congreso cumplen con lo que establece la Ley de Información Pública y Estadística, pero también se reservan su derecho de ocultar datos bajo la figura de información confidencial.
Y es que la misma ley señala que los datos personales deben ser omitidos así como alguna otra información con la finalidad de no poner en riesgo la seguridad e integridad de la persona. De total de datos que presentan los diputados, cerca del 80 por ciento está considerado como información confidencial y sólo dan a conocer su nombre, fecha de nacimiento, sitio en el que trabajan y, sólo algunos, presentan su ingreso anual. De los diputados que dan a conocer su ingreso anual, varios coinciden en que el monto por concepto de remuneración por los cargos públicos desempeñados asciende a 251 mil 415 pesos.
Mientras en el mismo apartado de transparencia, pero en el rubro de dieta mensual, la percepción que obtienen es de 70 mil 812 pesos