Las aduanas son un riesgo
El intenso protagonismo de las fuerzas armadas en el quehacer nacional es el rasgo más sorpresivo de la 4T. Nadie lo vio venir, ni siquiera AMLO que llegó a decir que podría prescindir del Ejército para tener solo Guardia Nacional.
Para fortuna de todos, el presidente rectificó a tiempo. Con fervor de recién converso se le pasó la mano y comenzó a encomendarle al Ejército tareas de todo tipo.
Del menú de nuevas tareas hay una, apenas formalizada, que preocupa a los mandos: la operación directa de las aduanas.
Y es que construir aeropuertos, escoltar vacunas, administrar ferrocarriles, contener migrantes, no tienen el enorme riesgo que sí encierran las adunas y que es la corrupción. Hasta ahora nadie ha salido limpio de esa tarea.
La disciplina, el rigor de la justicia militar, el sentido del honor, pueden evitar malas experiencias, pero el riesgo es alto y tangible.
“Voy a estar en la boleta”
La decisión del presidente de precipitar su propia sucesión, de hacer frente a la prensa listas de candidatos probables, incluyendo y sacando aspirantes, es un error que el destapador y su partido ya están pagando.
Ahora, cada evento de la jefa de Gobierno de la CDMX parece un adelantadísimo acto de campaña. El canciller Ebrard tiene que organizar comilonas para no dejar ir sola a Sheinbaum. La secretaría Tatiana Clouthier, con los pies en la tierra, dice que ella no juega a la fantasía.
No obstante, de todo lo dicho hasta el momento sobre el tema, las verdaderas palabras mayores son las del senador Ricardo Monreal, quien no ha tenido cabida en las listas presidenciales, que adelantó: “Voy a estar en la boleta”. “Ojalá fuera por Morena”, con lo que abrió un mar de posibilidades.
Los focos de alarma se prendieron en Palacio y en la sede nacional de Morena, pues quedó planteado un riesgo mayor que nadie esperaba a estar alturas del partido.
Un negociador rudo
En la columna de ganadores de la elección del pasado mes de junio está el Partido Verde. Ni hablar, esa fue la voluntad popular
En la actual legislatura el Verde tiene 11 curules. A partir de septiembre tendrá 43. Un crecimiento notable al que los dirigentes del partido le quieren sacar todo el provecho posible.
Por eso nombraron a Carlos Puente Salas como su coordinador parlamentario. Puentes ya era un negociador hábil desde los tiempos en que el Verde era aliado del PRI, de manera que en su alianza con Morena va a cotizarse alto.
Puente ya dijo alguna vez que no permitirá que Morena se sirva con la cuchara grande y que ellos se queden con las migajas. Nada de eso.
Y es que como están las cosas, 43 votos pueden hacer una gran diferencia en las votaciones importantes, como la del presupuesto por citar alguna.
La oficina de Puente Salas será, en consecuencia, de las más visitadas.
Más coordinación, menos grilla
En Palacio Nacional los excesos se suceden sin que nadie ponga un límite.
La declaración del presidente López Obrador de que recibirá a todos los gobernadores menos a los de Michoacán, Silvano Aureoles, y al de Tamaulipas, García Cabeza de Vaca, rebasa los límites de la contienda política.
No puede pedir respeto si no lo da.
El presidente suele decir que gobierna para todos, pero olvida cuando le conviene que tanto Aureoles como García Cabeza de Vaca son, siguen siendo, los gobernadores de todos los michoacanos y todos los tamaulipecos.
Se trata de estados que atraviesan una muy severa crisis de seguridad y que requieren más trabajo coordinado de autoridades federales y estatales y menos grilla.