La culpa será del INE, pero él “escuchará” al pueblo
Cuanto más analicemos lo que sucederá de ahora al 1º de agosto, mayor será la indignación que nos produzca por la perversidad que entraña. Sí, me refiero a la eufemísticamente llamada “consulta ciudadana”, que en realidad es una patraña más del tartufo en fuga para no responsabilizarse de la destrucción nacional que encabeza y patrocina.
Estamos ante lo que pronto será la primera parte de un carísimo y miserable trastupije anunciado:
1. Seremos el único país del mundo que, desde sus órganos constitucionales, rompa abiertamente con su Estado democrático de derecho y pregunte a los gobernados si se deben investigar y perseguir (o no) conductas antisociales “del pasado”.
2. Seremos el único país del mundo que, para tan singular degradación, haya contado con el aval de la mayoría de la Corte, “supremo guardián de la Constitución”.
3. Seremos el único país del mundo que, a través de sus instituciones jurídicas fundamentales, haya decidido:
A) Que alguien (sin precisar quién) lleve a cabo “las acciones pertinentes…”. ¡Zas!
B) “… con apego al marco constitucional y legal…”. ¡Qué bueno!
C) Para emprender “un proceso…”. ¿Uno?
D) “… para esclarecer decisiones políticas tomadas en años pasados”. ¡Millones de decisiones!
E) Por los “actores políticos”. ¿Cuántos, también millones?
F) “Encaminado (el proceso) a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas”. ¿A millones de víctimas?
¡Así es de clara, legal y democrática nuestra modernidad de cuarta!
De verdad, no sé si haya mortal que tenga noticias de un engendro tan perverso y podrido; de algo más corruptor para gobernantes y gobernados; de un proceder que nos ubique en un lugar tan bajo entre los pueblos salvajes.
Si a lo anterior agregamos la esquizofrenia galopante de Tartufo, que simultáneamente dice estar en contra de perseguir a ex presidentes (porque en él no cabe la venganza), pero impulsa la “consulta” específicamente contra ellos, resulta urgente un psiquiatra de tiempo completo en Palacio.
Eso sí, la “austeridad republicana” echará a la basura 500 millones de pesos para regodearse en ese batidillo pestilente; y, mientras: niños con cáncer muriendo sin medicinas, medio millón de muertos por el manejo criminal de la pandemia y miles de enfermos sin atención básica.
Pero, como todo apunta a que la participación ciudadana no llegará a 40 por ciento que exige la Constitución para que el resultado obligue a las autoridades, Tartufo proclamará ante el mundo que la culpa fue del INE, pero que él escucha al pueblo, y usará las pesquisas ilegales (que tiene en carpetas) para llevar al patíbulo a sus opositores.
Todo gobierno inepto, corrupto y soberbio es violento y lleva a la desesperación social y la anarquía. Apostemos a la organización de los pacíficos.
Diego Fernández de Cevallos