Los músicos abandonan la Revolución
Nada tan cubano en las protestas del 11 de julio como el himno Patria y Vida, cuyo solo título es ya un salto fuera de la opción Patria o Muerte que rubrica a la Revolución cubana.
El salto fuera del círculo es de vida o muerte: ¿Por qué asociar la Patria con el Cementerio? ¿Por qué la Patria ha de conquistarse disponiéndose a morir y no viviendo bien bajo su abrigo?
El viraje de la mirada es radical desde el título de este inusitado manifiesto político: Patria y Vida.
Se dirá que es un fruto venido de Miami, donde se grabó, efectivamente, con la participación de algunos cantantes y un fotógrafo de la isla, tres de los cuales están detenidos.
Esto último es un castigo injusto y miserable para quienes no hicieron sino expresarse, pero el aguzado instinto de los represores cubanos no se equivoca en tenerles miedo.
El himno Patria y Vida es una de las cosas más subversivas que se hayan tirado en los últimos tiempos contra el muro de piedra de lo que el gobierno de Cuba sigue llamando Revolución.
Patria y Vida es subversiva en el mejor sentido de la palabra: impugna desde el fondo. No es violenta, no es incendiaria, no llama a la toma del Cuartel Moncada. Pero es pegajosa, persuasiva, punzante y, como tantas piezas venidas del genio musical cubano, tiene un ritmo invitador y una elocuencia irresistible.
Es también, como digo, un manifiesto político radical contra la Revolución, a la que no le concede nada, ni el pilón de algunos logros.
No le concede, sobre todo, ninguna ventana de futuro, de enmienda, de esperanza.
La letra del himno es ya muy conocida y no vale citarla, entre otras cosas porque es larga, variada y llena de alusiones que vale la pena leer con detenimiento. Puede leerse completa aquí: https://bit.ly/3BeO1Wf.
Se dice con razón que cuando la inteligencia de un país abandona a su régimen político, ese régimen está muerto. En Cuba puede agregarse que cuando los músicos abandonan la Revolución, la Revolución muere, aunque se mantenga en el poder.
La pregunta que queda por responder es cómo será el entierro.
Héctor Aguilar Camín