El mando coordinado en Morelos
La delincuencia en México y en Morelos se ha desatado, ya no es novedad porque el problema ya tiene raíces desde hace varias décadas. La ola delictiva año tras año lamentablemente ha ido en ascenso y las corporaciones policíacas han dado visos de haber quedado rezagadas, sobre todo, porque los delitos de alto impacto no pueden ser frenados sino por el contrario, para desgracia de la ciudadanía se han multiplicado.
ALCALDES DESACREDITADOS.- El Mando Coordinado.- Durante el sexenio pasado, los señalamientos de alcaldes y organizaciones ciudadanas y no gubernamentales contra la policía preventiva aumentaron y se puso en tela de juicio lo conveniente del proyecto de Graco Ramírez que impulsó a su amigo Alberto Capella Ibarra, para que como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, impulsara su Mando Único, con grandes y severos conflictos- La queja de los alcaldes siempre fue, que ellos eran quienes realizaban el pago salarial a los elementos efectivos, así como todos los gastos de patrullas, armas, uniformes, alimentos, etc. Mientas que el estado, tenía el control absoluto de los policías a quienes decidía de forma arbitraria en qué municipios ubicarlos y la estrategia que se tendría que implementar.
Fueron varios alcaldes los que se habían manifestado en contra de ese proyecto y la respuesta en automático, por parte del jefe policíaco y del ex mandatario estatal, era la agresión, el ataque y la denostación.
Incluso, como lo publicó Reforma en su edición del nueve de marzo del 2018, cuando anunció que al menos ocho aspirantes a alcaldías en Morelos habían sido comprados, de acuerdo a testimonios de diversas células delictivas. A quienes supuestamente, se les obligaba a pagar con dinero público cuotas de derecho de piso de entre 100 mil y 500 mil pesos mensuales. En el caso estuvieron involucrados 5 ediles del PRI, 2 del PVEM, 2 de PSD, uno del PAN, otro del Partido Humanista, uno más del PRD y de Movimiento Ciudadano.
El tema de la seguridad, es muy delicado y por ello, hoy las condiciones de los alcaldes no será la mejor, derivado de la grave situación en que se encuentran porque sus municipios estarán prácticamente en quiebra financiera por las herencias que les dejarán con graves deudas, los laudos que se siguen acumulando y la falta de recursos económicos para salir airosos en sus Ayuntamientos como para todavía, generar más conflictos con el Mando Coordinado y los problemas interminables de la inseguridad.
URIÓSTEGUI RECHAZA EL MANDO COORDINADO.- Quizá de los alcaldes que mejor conozcan y estén preparados en materia de prevención y procuración de la justicia es el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, quien en su amplia trayectoria ha ocupado cargos como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Cuernavaca, Procurador General de Justicia (Hoy FGE), además de presidente de la Barra de Abogados, entre otros cargos. Sin embargo, su postura ha sido firme en el sentido de no apoyar la permanencia ni el convenio con su administración que empezará el primero de enero del 2022 con la Secretaría de Seguridad para mantener el Mando Coordinado.
De esta posición ya tiene conocimiento el titular del Ejecutivo y su segundo de abordo, quienes han mantenido una oposición de diálogo pero no intolerante ni mucho menos autoritaria de imponer por imponer. Empero, el abogado tendrá que ser cuidadoso con el tema derivado de que, la capital de Morelos está entre las ciudades más violentas del país y por ello, de mantener esta mista tendencia en los primeros meses del año, sería contraproducente para su gobierno.
Los argumentos válidos de Urióstegui Salgado son reales y efectivos, en virtud de que se necesita generar políticas de prevención y no de reacción ante la ola delictiva que se ha desatado durante los últimos días en la ciudad. La sangre ha recorrido varias colonias de Cuernavaca y lo peor, es que la impunidad se mantiene como el ganador de este tipo de delitos sin importar si es por negligencia, opacidad, incapacidad, desinterés o porque simplemente están rebasadas las corporaciones policíacas.
Incluso, advirtió que la ola de ejecuciones en Morelos confirma que el Mando Coordinado no funciona, sobre todo porque no hay prevención, debido en gran medida a que el patrullaje que se realiza por parte de policías es irregular y además, no hay constancia de forma permanente en los hechos.
Quizá por esta razón, José Luis Uriostegui ha reiterado la necesidad que el Ayuntamiento asuma el control de la policía preventiva con la finalidad de establecer políticas que vayan enfocadas a la prevención antes que a la reacción.
Basta recordar que pese a la pandemia y la crisis de desempleo, el principal problema que la gente seguía exigiendo durante la campaña política electoral, fue el dar resultados favorables para lograr que en la mayoría de los municipios, entre ellos la capital, se combatiera ferozmente la delincuencia para tener un municipio en paz y tranquilidad.
Y es que ayer fueron candidatos pero a partir de los próximos cinco seis meses ya serán autoridades municipales en funciones y la sociedad les exigirá resultados inmediatos, luego de que recogieron en sus actividades de proselitismo político, el sentir, las inconformidades respecto de soluciones a corto, mediano y largo plazo en el tema tan complejo de la inseguridad.
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