¿La feria de Tlaltenango un foco de infección?
Por las condiciones en las que se encuentra actualmente el país, el estado y la capital por la ola de covid que se mantiene con mayor intensidad después de las campañas electorales y la elección del seis de julio, aunado a las vacaciones, es casi un hecho que en septiembre no se realizará por segundo año consecutivo la tradicional feria de Tlaltenango en Cuernavaca.
DESATADO EL COVID-19.- Desde finales de agosto y en las primeras dos semanas de septiembre, desde hace 301 años los feligreses morelenses y de otras entidades del país se reúnen para festejar a la Virgen de “Los Milagros”, y tan sólo un día antes y durante la conmemoración se contempla una participación de al menos dos mil 500 personas provenientes de los 12 pueblos de Cuernavaca pero sobre todo, de estados como Guerrero, Puebla, Estado y la Ciudad de México y Tlaxcala, entre otros por lo que será prácticamente imposible atender los protocolos de sanidad como el cubrebocas, la utilización del gel y sobre todo y no menos importante, la sana distancia. Esto último es casi imposible de atender por lo tanto, las autoridades municipales, los representantes del pueblo de Tlaltenango y eclesiásticas deberán de sopesar el riesgo que provocará autorizar la instalación de la feria.
Incluso, será el Comité de Contingencia del covid-19 del Ayuntamiento los que tendrán que emitir una resolución respecto al tema y de mantenerse la imparcialidad además de pensar en la salud de las personas, tendrán que tomar la decisión de suspenderla tal como ocurrió el año pasado, a pesar de lo que representa económicamente para los más de 650 expositores que ocupan mil 100 espacios por los cuáles pagan de entre 800 a mil 200 pesos.
Empero, debido a la información que ofreció el gobierno del estado en el sentido de que hay más de 36 mil personas con coronavirus, más de 500 están activas de los municipios de Cuernavaca, Ayala, Cuautla, Emiliano Zapata, Huitzilac, Temixco y Tepoztlán, Tetela del Volcán, Tlaltizapan, Tlayacapan, Yautepec, Yecapixtla, Zacatepec, y Zacualpan de Amilpas. Además de que han muerto casi tres mil 700 personas por el virus SARS-CoV-2.
El panorama por lo tanto no es nada halagador y por ello, se deberá pensar en la situación que obligó a las autoridades a retroceder en el semáforo epidemiológico a amarillo, por el aumento en contagios, defunciones y personas en hospitales, como para todavía estar pensando en la realización o no de la feria más antigua de Morelos como lo es la de Tlaltenango con más de 300 años de supervivencia pese a los detractores por el tráfico que año con año genera ‘por dos semanas al obligar a cerrar la avenida Morelos norte, una de las más transitadas e importantes de la capital.
Es importante mencionar que la propuesta tanto de Alfredo Rodríguez Sanciprian, Ayudante municipal como del párroco de la iglesia de Tlaltenango, han propuesto se reduzca en 50% los juegos de la feria y se mantengan las medidas de prevención sanitarias, sin embargo, insisto, sin estar en contra de los usos y costumbres ni de sus tradiciones religiosas pero la pandemia hoy en día está más fuerte que nunca y por lo tanto, debe de prevalecer el interés colectivo para impedir se lleve a cabo, hacerlo sería un foco de infección, un riesgo y una amenaza para los que la visiten la iglesia de Nuestra Señora de los Milagros.
Por ello, reitera que la salud debe prevalecer por encima de todas las cosas.
En los últimos días, tal parece que ha ido reflexionando el sacerdote de la iglesia de Tlaltenango, quien reconoció públicamente que la decisión que se tome sobre si se realiza o no tendrá que ir en consonancia con las medidas sanitarias que el momento exija, y confía en esperar a mejores circunstancias que afrontar la responsabilidad de contagios y quizá hasta muertes que se pueden evitar.
Por ello, reitera que la salud debe prevalecer por encima de todas las cosas.
EJIDATARIOS VS DIPUTADO ELECTO DEL PAN.- El pasado fin de semana, acompañado de un grupo de simpatizantes el diputado local electo del Partido Acción Nacional, Ángel Adame, decidió sembrar arbolitos en el bosque de Tetela del Monte. Lo malo del legislador, es que en plena ignorancia del tema ingresó a terrenos que tienes dueños y quiénes han dejado en claro que no es propiedad del pueblo ni del gobierno como mucha gente erróneamente así lo piensa.
El diputado, que tomará protesta el próximo primero de septiembre -al igual que sus homólogos-, sin aún entrar en funciones y quizá pensando en hacer alguna acción buena decidió realizar la reforestación a la que se sumaron ciudadanos y por lo cual, en automático difundió en las redes sociales sus impresionantes acciones, que fueron también respaldadas por sus seguidores.
Lo triste de esta historia, es que un grupo de ejidatarios se inconformaron por la incursión del diputado Ángel Adame y su gente, porque jamás pidieron autorización para internarse en tierras ejidales con la supuesta intención de reforestar el bosque de Tetela del Monte, y es que en los últimos días, diversas brigadas han estado impidiendo que suban bajo el pretexto de que contaminan junto con sus mascotas que llevan, además de hacer fogatas y con ello incendios que nunca apagan.
El argumento para no dejar ya pasar a las personas ajenas a la zona se debe a que desde el 23 de enero del año 2003, se llevó a cabo una asamblea ejidal con sus derechos vigentes donde se parcelaron 212 hectáreas entre los 68 ejidatarios con derechos vigentes: En esa fecha, Carmen Lucila González, era presidente del Comisariado Ejidal, y fue cuando se tomó dicho acuerdo contando con la presencia del representante de la Procuraduría Agraria y de la titular de la Notaría Cinco, Patricia Mariscal.
Por lo tanto, Bruno Vicente Bahena, César Becerril y otros ejidatarios adelantaron que manifestarán su inconformidad ante las autoridades competentes al estar ya cansados de que gente ajena al ejido, como el diputado local Ángel Adame, consideran que el bosque es del pueblo cuando sus dueños son los ejidatarios. Razón por la cual, han considerado como preocupante la actividad del panista que sin conocimiento de los usos y costumbres ni la situación de la tierra ejidal, acompañado de gentes externas, reforesten sus parcelas y planten arbolitos dónde son los caminos al acceso a dichas parcelas y que por ignorancia, puedan provocar enfrentamientos.
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