* UBRE DEL MUNICIPIO
A continuación recordaré la visión que sobre el Estado de Derecho y la retribución suficiente expresara el Presidente Benito Juárez, quien delineó desde 1858 la ruta de la austeridad republicana: “Bajo el sistema federativo los funcionarios no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala”. Lamentablemente, a más de 150 años de aquella advertencia debemos reconocer el sentido contrario en que caminaron los empleos públicos y sus dotaciones.
El tema de los súper salarios de servidores públicos y los pagos discrecionales que se autoasignan se ubicará siempre en el centro del debate público, con la justificada irritación que en la sociedad provoca. Pero lo palpable es que México sigue siendo muy generoso con sus funcionarios prevaleciendo las máximas que creara durante la época ruizcortinista el filósofo y periodista veracruzano César Garizurieta (“El Tlacuache”) de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” y que “la amistad se demuestra en la nómina”. La mayoría de nuestros gobernantes no han retrocedido un siglo atrás para practicar lo que al respecto decía Juárez. No les importa.
Dentro de tal contexto se sitúa el ex diputado local y ex secretario del Ayuntamiento cuernavacense Roberto Yáñez Moreno, quien ayer vio frustradas sus maquinaciones para relevar al regidor pesedista Pedro Ramón Linares, de quien es suplente. De último momento, en sesión de Cabildo, este concejal buscó que el alcalde Cuauhtémoc Blanco y el secretario de la comuna, Samuel Sotelo, incluyeran en el orden del día su solicitud de licencia para separarse del cargo durante 60 días debido a “problemas de parálisis facial”, cosa que rechazaron ipso facto, pues era evidente que Yáñez ansiaba incrustarse en la Asamblea a fin de seguir jalando de la ubre e influyendo en el gobierno municipal. Es el dinero fácil al que no acepta renunciar este miembro del Clan Yáñez, quien ya comprobó que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Y seguramente lo volverá a intentar, pues son casi 60 mil pesitos mensuales los que pretende embolsarse. ¡A quién le dan pan que llore! ¡Y pobre “Juanito” Linares! Causa pena ajena.