La consulta: protagonista sin antagonista
Toda historia medianamente buena cuenta a la vez con un protagonista y un antagonista. Sin estos personajes no hay tensión ni conflicto, crisis ni desenlace.
El fracaso de la consulta realizada el día de ayer radica en que no llegó a la cita uno de los actores de la obra.
Los protagonistas hicieron campaña, promovieron sus argumentos y defendieron sus razones; el hilo narrativo tenía que ver con enjuiciar el pasado cuyo rostro más visible serían los ex presidentes del llamado periodo neoliberal.
No hubo en revancha actuación de los antagonistas. Nadie hizo campaña ni promovió argumentos o defendió razones para evitar el enjuiciamiento.
No vimos a Ernesto Zedillo argumentado en favor del Fobaproa ni a Carlos Salinas de Gortari defendiendo el error de diciembre (de 1994), tampoco a Vicente Fox, a Felipe Caderón o a Enrique Peña Nieto haciendo campaña a favor de su propia causa.
A excepción de Fox, ex presidente que tiene más predilección por los faroles que el resto de sus homólogos, el antagonista no se presentó a escena.
En los ejercicios de democracia directa siempre hay facciones que se disputan el resultado. En España (1986), por ejemplo, el referendo sobre el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte dividió a la sociedad en dos bloques, cada uno con argumentos muy poderosos.
En Chile (1988), la feroz campaña entre el “sí” y el “no” formó bandos robustos respecto a la salida o permanencia de Augusto Pinochet.
En Europa (1992), la campaña para el referendo sobre el Tratado de Maastricht fue extenuante porque partió a las sociedades sobre la entrada a un mismo sistema monetario.
En Inglaterra (2016), la consulta sobre el brexit también tuvo como rivales a quienes querían permanecer en la Unión Europea y quienes no.
A diferencia de todos estos casos, el ejercicio celebrado ayer en México convocó a los protagonistas que querían enjuiciar el pasado, pero no encontró antagonista de un tamaño similar que quisiera pelito o ganar, de su lado, la contienda.
Zoom: el fracaso de la consulta de ayer no tiene que ver con los mecanismos de democracia directa ni tampoco con los organizadores del ejercicio, sino de una mala narración, muy cargada de un lado y prácticamente sin peso del otro.
@ricardomraphael