El cura y los coscorrones
El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, amaneció bravo. Se puso a repartir coscorrones entre sus feligreses.
Los primeros, que no los únicos, fueron Cuauhtémoc Blanco y Uriel Carmona, gobernador y fiscal general, respectivamente, que sostienen desde hace años un pleito estéril que se refleja en el aumento de la delincuencia.
Blanco no quiere a Carmona porque es una herencia de Graco Ramírez.
Esta animadversión política ocasiona que haya total descoordinación en el combate a la delincuencia con el resultado de que las bandas criminales son cada vez más crueles y cínicas. Confían en que siempre se saldrán con la suya
Quienes pagan la división son los ciudadanos, dijo el obispo Castro. Blanco y Carmona se ganaron a pulso los coscorrones.
Los anhelos del pastor
El pastor de los diputados de Morena no quita el dedo del renglón. Quiere baraja nueva para antes de que concluya el año en el INE y en el TEPJF.
Quiere eliminar a los actuales integrantes de los organismos electorales y poner en su lugar magistrados y consejeros afines a su movimiento. Eso es lo que quiere, falta que lo consiga.
Ignacio Mier no se manda solo. Es un eslabón en la cadena de mando que pasa por Mario Delgado y llega al despacho del presidente López Obrador.
De modo que él, Mier, sigue instrucciones. Por eso alertó que su partido buscará una reforma electoral en la legislatura que arranca en septiembre para poner reglas que acomoden al estilo de juego de Morena.
Plantel por plantel
La dirigencia del SNTE no le entra al debate de los colores del semáforo sanitario, ni siquiera pone en duda la necesidad de volver a clases presidenciales, a los maestros lo que les preocupa es el estado de los planteles.
¿Están las escuelas públicas en condiciones de recibir a alumnos, maestros y personal administrativo?
Como nadie sabe bien a bien la respuesta, el líder del magisterio, Alfonso Cepeda, anunció que ellos mismos, los maestros, harán un recorrido plantel por plantel para confirmar si pueden, o no pueden, ser espacios seguros para las clases presenciales.
El superdelegado falló
Morena ha tenido mala suerte con los súper delegados del gobierno federal en Jalisco.
Primero, el acaudalado empresario Carlos Lomelí, se metió en pleitos con la SFP, y aunque finalmente se presentó como candidato de Morena para la alcaldía de Guadalajara no pudo remontar el desprestigio.
Lo sustituyó Armando Zazueta que no sólo no pudo enderezar la nave, sino que recibió fuego amigo a discreción, acusándolo de abierto nepotismo.
Ahora resulta que, ante el fracaso de Morena en la elección de junio, los propios militantes de ese partido exigen el cambio de Zazueta, ya que la estructura de los Servidores de la Nación no les consiguió votos suficientes.
En lugar de pedir la destitución del dirigente estatal exigen la del superdelegado, y después se atreven a decir que los Servidores de la Nación no se meten en política.
Sin chivos expiatorios
Gracias a la gestión de la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, fue liberada la señora María Isabel San Agustín, después de haber estado diez años en prisión sin habérsele encontrado pruebas para vincularla a proceso, y tras habérsele acreditado que fue torturada.
Bien por la jefa de Gobierno, quien además ya dijo que no será el único caso.
Se sabe que en la administración pasada los chivos expiatorios eran una práctica demasiado frecuente.