El excapo de la droga enfrentará un proceso por los delitos de delincuencia organizada; en los próximos días se definirá su situación jurídica
Bajo un fuerte dispositivo de seguridad, Eduardo Arellano Félix, alias exlíder del Cártel de Tijuana, fue ingresado esta noche al Centro Federal de "El Altiplano" en el Estado de México, tras ser deportado y entregado por el gobierno de Estados Unidos en la frontera de Matamoros, Tamaulipas..
Arellano Félix, también conocido como "El Doctor", fue trasladado en un vehículo rhino blindado de la Fiscalía General de la República, el cual fue custodiado por cerca de 15 vehículos.
Tras su traslado desde el Aeropuerto Internacional de Toluca, Eduardo Arellano Félix llegó alrededor de las 21:00 horas al Centro Federal de Readaptación Social Número 1, también conocido como "El Altiplano".
Esto luego de que la FGR dio cumplimiento a una orden de aprehensión en su contra por la probable responsabilidad de Eduardo Félix Arellano por su presunta participación en los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y asociación delictuosa.
Luego de practicarle las pruebas médicas de ley, Arellano Félix fue llevado a "El Altiplano" donde ya pasa su primera noche en espera de que en los próximos días se defina su situación jurídica por parte del juez de la causa que ordenó su aprehensión.
Félix Arellano fue entregado a las 17:15 horas de este lunes en el Puente Internacional Brownsville-Matamoros, en donde fue recibido por miembros de la FGR y el EjércitoMéxicano.
El narcotraficante fue detenido en 2008 en Tijuana, Baja California, para ser posteriormente extraditado a los Estados Unidos en 2012, por numerosas acusaciones de diversos delitos, respecto a lo cual las autoridades de ese país ofrecían una recompensa de cinco millones de dólares.
Eduardo Arellano fue condenado a 15 años de cárcel y, gracias a la cooperación con las autoridades estadounidenses fue condenado sólo por dos de los siete cargos por los que fue acusado en su extradición.
Después de cumplir esa parte de condena en una prisión federal de baja seguridad en Allentown, Pensilvania, las autoridades migratorias de Estados Unidos lo pusieron a disposición de las autoridades mexicanas.