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Y sin embargo se mueve. El ex dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, se reunió con diputados del PRI a quienes coordinó en la pasada legislatura del Congreso.
La reunión fue en uno de los salones de la Hacienda de los Morales. Los asistentes, dicen los que estuvieron cerca, se cooperaron con cinco mil pesos cada uno y fueron convocados a entrar al evento sin teléfonos celulares.
Se dice que buscan agruparse de alguna manera, acaso como asociación civil, para analizar el quehacer político y la situación al interior de su partido, el tricolor.
El sonorense dijo que la idea del encuentro es refrendar la unidad y la lealtad, que tanto se necesitan hoy.
La sentencia parece ser unidad, sí, pero en movimiento.
Están de regreso
Pues nada que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos viene de regreso para dar seguimiento al caso Iguala.
Hace pocas semanas una delegación de expertos dejó el país entre declaraciones destempladas y señalamientos de despilfarro de recursos.
Pero la importancia del evento se diseñó un esquema de seguimiento en el que ambas partes estuvieron de acuerdo.
Lo primero es que entre ellos, gobierno y enviados de la CIDH, haya una comunicación fluida. Es el antídoto para evitar que las tensiones se transformen en resentimientos.
Al final del día lo importante es conocer la verdad, esclarecer los hechos, saber exactamente qué sucedió esa noche infausta.
Fiscalía y ley
El diputado Leonel Luna propuso que la actual Unidad Especial de Atención para Delitos contra Periodistas, en una Fiscalía Especializada
La idea es darle más fuerza a las investigaciones, como una forma de terminar con la impunidad e inhibir las agresiones.
Luna planteó su propuesta ante la secretaria General de Gobierno, Patricia Mercado.
Hay otros temas relacionados con los comunicadores que serán nota.
Se dice poco, pero al interior de la Asamblea se trabaja en una Ley para el Ejercicio del Periodismo en la Ciudad de México.
Maestros del abuso
Los activistas de la CNTE no tienen llenadera.
Perpetran delitos a la vista de todos y cuando alguna autoridad intenta contenerlos se rasgan las vestiduras y gritan que los están reprimiendo.
Diversos sectores sociales están hartos de la complacencia de las autoridades en diversos estados que los dejan hacer sin aplicarles la ley.
Bloquean entradas a los centros comerciales y si algún ciudadano quiere atravesar su línea lo someten de manera violenta, mientras que la política observa a lo lejos, como si fuera ajena a los hechos.
Los activistas no sólo propinan golpes contundentes a lo que trata de ser una reforma educativa, también ejercen bullying sobre el estado de derecho.
¿Hasta cuándo?