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SERPIENTES Y ESCALERAS

¿Dónde está el piloto?

Han pasado dos meses desde que el candidato del PAN ganó la elección. Y sigue en campaña

¿Dónde está el piloto?

Esta semana el abogado José Luis Urióstegui anunció la realización de foros ciudadanos de cara a la definición del plan de desarrollo municipal de Cuernavaca; serán mesas temáticas en las cuales se recopilará información de expertos y de cualquier persona que desee aportar opiniones para construir un proyecto de ciudad para los siguientes treinta años. La idea no es nueva ni original, lo mismo se ha hecho varias veces en el pasado; la diferencia sería que lo recopilado en estos foros se ponga en práctica.

Aunque la agenda del alcalde electo de la capital ha estado muy ocupada desde que ganó la elección, la del lunes pasado fue la primera actividad formal que realizó el abogado de cara al arranque de su gobierno. José Luis Urióstegui siguen en campaña, lleva dos meses entretenido, paseando, platicando con todo aquel que lo invita y perdiendo el tiempo sin preocuparse por trazar una línea de trabajo como alcalde.

Es evidente que luego de tres contiendas electorales José Luis Urióstegui Salgado estaba preparado para ganar la elección, pero conforme avanza el tiempo parece que el profesionista del derecho nunca se preparó para gobernar. Seis meses es el lapso que separa su triunfo en las urnas de la toma de protesta; el tiempo es mucho o poco dependiendo la óptica, porque mientras en otros municipios y en otras administraciones los alcaldes ganadores se apresuraron a empaparse de situación en la que se encuentra la administración que recibirían, en Cuernavaca el alcalde electo está más preocupado por obtener reflectores y festejar su cumpleaños, como si la ciudad que le dejará Villalobos estuviera en perfecto orden.

En términos prácticos José Luis Urióstegui ha perdido dos meses de trabajo y aún se tomará un mes mas hasta que concluyan las mesas temáticas que propuso. Hasta donde se sabe el alcalde electo ha sostenido algunas charlas informales con algunas autoridades municipales, pero ninguna reunión de trabajo formal, ni ha puesto fecha al inicio del proceso entrega recepción. En lugar de ello se ha sentado con figuras impresentables del graquismo como Jorge Messeguer y se asociado con expertos en negocios gubernamentales, como Julio Mitre y Juan José Alcalá, quienes por cierto en la pasada elección jugaron con Sergio Estrada Cajigal.

La capital de Morelos vive un momento crítico con múltiples problemas a la vista; la escases de agua es solo uno de los tópicos que agobian la ciudad, de manera paralela está el servicio de recolección de basura, la recaudación, la inseguridad y los cambios que el gobierno saliente ha dado a la estructura municipal.

En todas las mesas en las que se sienta José Luis Urióstegui habla del problema de inseguridad y de la urgencia de recobrar la paz; las exposiciones del abogado se repiten como discurso de merolico: habla de recuperar el control de la policía como si ello automáticamente solucionara todos los problemas de violencia.

Urióstegui es un experto teórico de la seguridad y se apoya en los consejos académicos de Javier Oliva (el exasesor en seguridad del gobernador Graco Ramírez), pero pasa por alto que para que la situación mejore en Cuernavaca se necesitan atender varios temas a la vez, no solo la policía.

El municipio capital está en quiebra, vive el peor momento de su historia y la situación se agrava cada día porque el alcalde Villalobos ha decidido tirar la toalla y dejar que los problemas exploten. Cualquiera que viva en Cuernavaca se da cuenta de que Antonio Villalobos nunca fue un buen alcalde, pero ahora además, se ve que está boicoteando la administración para que al gobierno entrante le cueste más trabajo tomar el control y no le quede tiempo de revisar la corrupción del pasado.

Frente al grave escenario que vive en la ciudad lo natural sería que el alcalde electo tuviera a su alrededor a un equipo de profesionistas expertos en varios temas, que el proceso recepción iniciara de inmediato para que los problemas y las decisiones que se tomarán en este gobierno e impactarán en la siguiente administración fueran del conocimiento del gobierno electo. Pero no es así.

Extraoficialmente Antonio Villalobos ha presumido su acuerdo con Urióstegui, asegura que la relación personal entre familias es tan estrecha que todo lo ocurrido en el actual periodo de gobierno no será observado en los siguientes años. “Ya está platicado y planchado, lo resolvimos en una cena de parejas” asegura el Lobo Villalobos. En principio la aseveración parece una más de las expresiones tontas de un sujeto mitómano, pero viendo la ausencia del alcalde electo en los problemas de la ciudad parecería que algo hay de cierto en estas palabras.

La elección del pasado mes de junio dejó claro que la ciudadanía de Cuernavaca no teme votar diferente, pero sobre todo que está cansada de lo mismo; Morelos es un estado de izquierda, mayoritariamente obradorista, pero en la capital se impuso el deseo de cambio, de un ajuste total de rumbo. En castellano: No ganó José Luis Urióstegui, perdió el candidato que eligió Morena.

La ausencia de Urióstegui no es un buen mensaje para nadie, la del lunes pasado es la primera actividad formal del gobierno electo y aún está muy lejos de ofrecer siquiera una esperanza a los ciudadanos que votaron por él. A cuatro meses de la toma de protesta el abogado sigue sin mostrar porqué y para qué fue electo por la mayoría, sigue siendo un hombre sencillo y afable, pero no asume que ya tiene una enorme responsabilidad.

Gobernar nunca ha sido cosa de juego, ni deriva solo de habilidades académicas; la capital de Morelos vive una crisis múltiple, tiene muchos problemas a la vista y todos se agravarán por la ausencia de los dos alcaldes: el electo y el que está en funciones.

Urióstegui y el resto de los presidentes municipales electos tomarán protesta en el peor momento de una administración, porque las participaciones federales les llegarán hasta mediados del mes de marzo y mientras eso sucede tienen que sobrevivir con recursos propios, la mayoría provenientes de la recaudación del impuesto predial.

Por eso es importante que las autoridades electas se involucren lo antes posible en la administración municipal, que conozcan desde ahora la situación en la que se encuentran las instituciones, las perspectivas que habrá en los meses por venir y el impacto de las decisiones que tomen quienes aún están al frente del ayuntamiento. Un punto clave en esto es la elaboración del paquete económico municipal, el presupuesto de ingresos y la ley de ingresos: lo harán los cabildos salientes, pero lo utilizarán los gobiernos entrantes.

El triunfo de José Luis Urióstegui en las elecciones del pasado mes de junio fue una buena noticia para los capitalinos, la victoria era merecida por un hombre que nunca se rindió, pero sobre todo para una ciudad que no se fue con la ola de un partido fuerte.

Precisamente por ello el abogado debería ser más sobrio en su trabajo y comenzar a actuar como autoridad; tener muchas reuniones no es sinónimo de eficiencia, esas son relaciones públicas y culto al ego. Cuernavaca necesita una autoridad seria, pero sobre todo un gobierno conformado por gente profesional, sensible y conocedora de las dolencias del municipio.

La confianza que obtuvo Urióstegui en las elecciones pasadas es importante, pero no le brindará una luna de miel mayor a tres meses. José Luis necesita comenzar a involucrarse en los verdaderos problemas de la ciudad y requiere urgentemente un equipo a su lado.

Un alcalde debe serlo y parecerlo.

posdata

“No actuamos por consigna ni en contra de nadie, el tribunal es totalmente imparcial” aseguran los magistrados electorales luego de que una autoridad federal echó abajo su decisión de modificar el triunfo en el primer distrito local.

¿Por qué lo dicen? Porque la decisión que tomaron en favor de la candidata de Morena Alejandra Flores no solo fue política, también careció de dignidad; los magistrados del TEE ni siquiera tuvieron la precaución de cuidar las formas, su sentencia fue a todas luces ilegal y su actuación además de oficiosa, fue torpe.

Para nadie es secreto que el Tribunal Estatal Electoral y sus integrantes responden desde hace tiempo a la línea política de Rabín Salazar Solorio, pero en el caso de la diputada Flores su determinación fue grotesca: los abogados de la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional presentaron un expediente totalmente deficiente y fueron los magistrados quienes lo corrigieron a pesar de que al hacerlo fueron más allá de sus atribuciones; actuaron como juez y parte en el conflicto.

Pero el problema del TEE no está solo en lo ocurrido en la pasada elección, lo grave es que como este dictamen han sido casi todos los que emiten los magistrados morelenses, por eso todo el tiempo los juzgados federales revierten sus sentencias.

Aquí es donde vale la pena hacer una reflexión: Si los magistrados electorales de Morelos se han convertido en la burla nacional por la mediocridad de sus resoluciones ¿Vale la pena que continúen en el cargo?

Aceptemos que, como dicen, no actúan por consigna política; suponiendo sin conceder que así sea, lo que tenemos enfrente es un desempeño profesional totalmente deficiente.

Cada año el estado invierte millones de pesos en un tribunal que, profesionalmente hablando, está muy por debajo de la media nacional, con resolutivos que siempre se caen porque no están bien fundamentados.

En castellano: no solo responden a una línea política, también son malos abogados.

nota

Sin la carga de los manueles, los amados y las maricelas, el PRI Morelos tiene la oportunidad de reinventarse. La dirigencia estatal tiene en sus manos la posibilidad de cambiarle el rostro a su partido, de hacer algo distinto a lo que se ha hecho y tomar decisiones menos personales y más institucionales.

Jonathan Márquez no es un político destacado, apenas está construyendo su historia; sin los caciques históricos del PRI lo que venga será totalmente su responsabilidad. Se acabaron los pretextos, ahora veremos si el novel presidente es un líder o simplemente el enviado de la dirigencia para calentar la silla.

post it

El diputado federal Jorge Argüelles volvió a aparecer luego de su derrota en la contienda por la presidencia municipal de Cuernavaca, lo hizo a través de un video con motivo de su tercer informe de labores como diputado federal.

El legislador del PES se asume representante de la Cuarta Transformación, lanzó un mensaje cursi y poco convincente, solo para decir que sigue existiendo en la vida pública.

En política ni las derrotas ni las victorias son para siempre y siempre hay segundas oportunidades, pero para que las ideas se transformen en realidad es necesario trabajar y tener una actitud correcta. Al diputado Argüelles le faltaron ambas cosas: enfocó sus baterías en un sentido opuesto a lo que buscaba y luego se volvió arrogante.

Esta es la última semana que le queda a Jorge Argüelles como representante popular; su futuro político, si es que existe, depende de muchos aspectos que no están a su alcance, pero deben ser tomados en cuenta.

El primer paso para que los sueños del excandidato se vuelvan realidad es hacerles caso a sus asesores… o cambiarlos por otros que lo guíen mejor.

redes sociales

Veo y leo en las redes sociales diversos comentarios de personas que dicen que no mandarán a sus hijos a la escuela “porque no hay condiciones” para el regreso seguro a clases.

La decisión, como lo han dicho todas las autoridades educativas y de salud, es personal: a nadie se le obligará a regresar a las aulas, ni habrá sanciones para los alumnos que prefieran continuar sus estudios a distancia.

Particularmente para jóvenes y niños que estudian en escuelas públicas el regreso es más riesgoso, porque en muchos casos no existe ni la infraestructura ni los elementos necesarios para garantizar la salubridad en las aulas.

Respeto el juicio de todos sobre este tema: quienes decidan mandar a sus hijos a la escuela está bien; quienes determinen que aún no es tiempo, también me parece bien. En cualquier caso, lo fundamental es cuidarnos y no exponernos.

Por cierto: para aquellos que dicen que “no hay condiciones” para el regreso seguro a clases, me imagino que son conscientes que tampoco “hay condiciones” para salir de vacaciones, ir a fiestas y reuniones o acudir a lugares públicos donde hay muchas personas.

Digo: somos o no somos.

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