Divide opiniones decisión de sustituirla por la de una mujer indígena; hay quien lo ve como acto de justicia, otros, como demagogia
La decisión de sustituir la estatua de Colón en Paseo de la Reforma por la de una mujer indígena divide opiniones: unos están de acuerdo porque consideran se salda una deuda histórica; otros la ven como un atentado para el patrimonio cultural del país, aseguraron historiadores a La Razón.
Patrick Johansson, estudioso de la historia de los pueblos indígenas, expresó que la sustitución de la figura “va en contra del pasado. Podemos pensar en términos distintos lo que trajo la Conquista, pero quitar la escultura me parece escandaloso, podría ser algo ciertamente demagógico”.
Por su parte, Rodrigo Martínez Baracs, destacado experto en la historia de México en el siglo XVI y XIX, consideró que quitar la figura es un “atentado al patrimonio cultural” de la Ciudad de México.
“El monumento a Cuauhtémoc representa al México indígena, Colón al periodo novohispano y el Ángel de la Independencia el periodo mexicano. Tiene cierta coherencia didáctica. Quitar a Colón es lamentable, debido a la importancia de su viaje en la historia de México, de América y de la humanidad. Se sabe que nunca supo que había llegado a un cuarto continente, no descubrió América”, apuntó.
En tanto el historiador Alejandro González Acosta, miembro del Comité Ejecutivo del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México, criticó que primero se haya anunciado el retiro provisional para restaurar la figura y ahora se hable de su traslado al Parque América, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
“Esta decisión se ha tomado de forma inconsulta. El ‘odio’ visceral contra los ‘símbolos del pasado’ puede aparejar consecuencias nefastas, como demuestra la historia, incluso la más reciente”, aseguró.
La estatua de Colón será sustituida por Tlalli, escultura que se espera esté lista para la conmemoración del Día de la Raza, se informó ayer.
En contraste, el filósofo e historiador Guillermo Hurtado está a favor: “Es evidente que la visión que se tenía de nuestro pasado, en 1892, cuando se levantó el monumento, ya no es la misma de 2021. Historiadores de la talla de Edmundo O’Gorman y Miguel León-Portilla nos enseñaron que esa versión decimonónica de la historia de América, que tanto ensalza la figura de Colón, es una lectura eurocéntrica que justifica las aberraciones del colonialismo”, explicó.
.Gráfico: La Razón de México
Para Hurtado quitar el Colón, “es una corrección al error cometido por quienes lo pusieron ahí hace más de un siglo”.
Por su parte, el historiador Federico Navarrete indicó: “Es parte de este proceso que se está llevando a cabo de repensar nuestra historia. La estatua no iba a durar mucho, porque si regresaba a su glorieta no iba a tardar en ser demolida”.
Finalmente, Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta honoraria del Consejo de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, se pronunció en Facebook: “Me complace mucho esta decisión. ’Descubrir América’ es afirmar que tal tierra estaba escondida, cubierta, oculta. Quien la halla, en la lógica colonizadora, la hace vivir. ¡No! América no estaba escondida (digamos, bajo el agua), cubierta (por decir, de maleza), oculta (por poner, sepultada)”.