El secuestro de Colón
Ser mayoría no es sinónimo de tener razón, como repiten.
Florestán
Cuando en octubre del año pasado el gobierno de Ciudad de México susurró que la noche anterior se había llevado la estatua de Cristóbal Colón de su histórica glorieta del Paseo de la Reforma (donde llevaba más de un siglo) para restaurarla, era mentira.
Todo se hizo en la complicidad de la madrugada del viernes 9 de octubre al sábado 10. Con Colón se llevaron los cuatro frailes que lo custodiaban.
El entonces secretario de Gobierno de Ciudad de México, Alfonso Suárez del Real, dijo que la estatua sería restaurada tras sufrir daños en 1992.
La de Colón fue la primera estatua colocada en el Paseo de la Reforma en 1877, con las figuras de los frailes Pedro de Gante, Bartolomé de las Casas, Juan Pérez de Marchena y Diego de Meza.
A todos se los llevaron a una bodega, como si ahí cupieran las conveniencias políticas del momento.
Todo fue un engaño, en la línea Sheinbaum, de apoyar la versión histórica de López Obrador y acabar con referentes, como la primera calle de Ciudad de México, Pedro de Alvarado, cambiar la plaza de la Noche Triste por la de la Victoria o la refundación lunar de esta ciudad en 1521, para hacerla coincidir con el calendario de la visión cuatroteísta de la nueva historia.
El punto es que no nos confundan con la figura que van a colocar en esta glorieta, la mujer olmeca, el referente histórico innegable, Colón, al que raptaron una madrugada de octubre en un momento políticamente acomodaticio de los que gobiernan para lo que mintieron, como ya se hace cotidiano en aras de la defensa de las versiones históricas de la 4T.
RETALES
1. ABUSOS. El nuncio Franco Coppola confirmó la gravedad de los abusos sexuales de sacerdotes en México contra menores, lo que nunca esa jerarquía había reconocido. Reveló que no se ha superado el delito de la pederastia en el que, dijo, se investiga a 273 sacerdotes por abuso sexual de menores. ¿Y dónde están las fiscalías que lo tiene que denunciar y perseguir y la misma jerarquía eclesiástica en su silencio?;
2. ASPIRACIONES. Cuando ayer le sembraron al Presidente la pregunta de cómo quería ser visto en la historia, que consideraron como un hecho, respondió como Fidel Castro en una biografía y todos su antecesores: La historia me juzgará, como si ésta fuera tan generosa y no se reservara el derecho de admisión; y
3. PENALES. La decisión de Claudia Sheinbaum de colocar en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a cargo de Omar García Harfuch, los reclusorios de Ciudad de México es una grave apuesta. Los penales capitalinos, como los del país, son una trampa, un caos penetrado por la delincuencia organizada y la corrupción. No entiendo la encomienda de algo que no tiene, ni ha tenido, solución y que domina la corrupción.
Nos vemos mañana, pero en privado
Joaquín López-Dóriga
@lopezdoriga
lopezdoriga.com