Morena y el riesgo de perder la gubernatura en el 24
El fracaso electoral que tuvo Morena en Morelos durante la pasada elección del seis de junio, es un aviso de que para ganar la gubernatura en el 2024 deberá hacer cambios estratégicos en su política; contar con una dirigencia fuerte y consolidada, así como una alanza con otros institutos políticos real, democrática y efectiva porque derrota desde este momento los amenaza.
MORENA Y SUS MÁS DE 15 MILLONES DE PESOS.- Lo que se vislumbra para Movimiento de Regeneración Nacional en los próximos años no es nada fácil, en virtud de que su panorama es sumamente complicado luego del fracaso electoral que tuvieron en la pasada elección en la entidad, donde alcanzaron una votación menor que la del 2018 y que se reflejó en la disminución de curules en el Congreso, así como la derrota en Cuernavaca donde ganó el PAN y su candidato externo José Luis Urióstegui Salgado.
Más aún cuando los militantes morenistas en Morelos han mostrado a lo largo de los años su molestia y rabia porque no son tomados en cuenta ya que las candidaturas se las agenciaron los consejeros estatales y también, por los acuerdos cupulares que hizo Mario Delgado, su dirigente nacional con Encuentro Social, dejando al final, siempre al final a los que le dan la fuerza a este instituto político cómo es la militancia.
Uno de los grandes retos que tiene el partido que fundó AMLO es transparentar y clarificar los recursos económicos luego de que de prerrogativas que le otorga el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), solo durante este año percibirá un total de 15 millones 547 mil 237 mil pesos al año por lo que multiplicado por los últimos tres años después de la elección del 2018, resulta escandaloso y grosero los 46 millones 646 mil 711 pesos que percibe sin saber el destino de a dónde ha ido a parar todo este dinero.
Las dudas y señalamientos para el secretario general en funciones de presidente del Comité Directivo Estatal de Morena en Morelos, Gerardo Albarrán Cruz son muchas y aumentan día con día, en razón de que jamás ha informado nada del millonario presupuesto que administra. Lo mismo sucede con los salarios, hay quién señala que el dirigente cobra 50 mil pesos mensuales pero se desconoce con exactitud esta información debido a que tienen prácticamente resguardada esta información como si fuera un secreto de estado.
Nada se sabe de los dineros públicos del partido ni tampoco como se ejerció el apoyo a los candidatos que contendieron en el pasado proceso electoral, cuando hay molestia de muchos que argumentan jamás tuvieron el respaldo en este sentido por parte de la dirigencia morenista.
FRACASO ELECTORAL.- Si el dinero será un problema financiero porque la militancia exige transparencia y rendición de cuentas la reestructuración de la nueva dirigencia aumentará de manera significativa, sobre todo, porque una vez que el CEN emita la convocatoria, entre las exigencias que se solicitarán será el que haya una elección abierta, directa y democrática para que en urnas los militantes y simpatizantes decidan votar por quien será su líder en los próximos años. Es decir, no van a permitir que sea una elección en asamblea porque el Consejo esta amañado por los intereses existentes entre los grupos de poder, corrompidos y viciados.
De cualquier manera van a seguir sosteniendo la exigencia, aunque llegue un Comité Directivo Estatal diferente que se lleve a cabo una auditoría por parte del CEN ya sea interna o externa para saber en qué se han gastado más de 40 millones de pesos en los últimos tres años.
Por lo tanto, no es nada halagador el panorama político estatal que vivirá Morena en próximos meses y posteriormente en la elección del 24 sobre todo, porque ha quedado demostrado que el último proceso electoral fue un categórico fracaso. Solo baste recordar que en el 2018, derivado de los conflictos internos entre la dirigencia de Encuentro Social y José Luis Gómez Borbolla, alías “Choche”, llegó de botepronto Antonio Villalobos Adán, pero quien jamás apareció en la boleta electoral. Es decir, sin candidato Morena hace tres años ganó el gobierno de Cuernavaca y en este 2021, con Jorge Argüelles Victorero se perdió el Ayuntamiento.
Lo cierto es que el panorama no es nada halagador para Morena en Morelos ya que el triunfo en la gubernatura está más vigente que nunca, insisto, el riesgo será latente de perder la elección en el 2024 sobre todo porque ya no estará participando Andrés Manuel López Obrador al concluir su periodo en la presidencia de la República.
Si a eso le agregamos que especialistas en el tema aseguran que en Morelos prácticamente no existe Morena y lo que sí hay, es un obradorismo activo tanto a nivel nacional como local. Por lo que sin la participación del Peje, en tres años el riesgo de perder es severo, al menos en la tierra de mi general Emiliano Zapata Salazar.
Este será el verdadero reto de la actual y próxima dirigencia, de dialogar y fortalecer la unidad de la militancia que aunque poca sigue atenta a los procesos democráticos a fin de que haya sensibilidad política para evitar resultados negativos en los próximos tres años.
La argumentación del todavía dirigente de Morena en Morelos, Gerardo Albarrán Cruz, de que tuvieron el mejor resultado en elección pasada es completamente falsa y trata con argumentos que se los lleva el aíre, de evidenciar una situación diferente porque hoy en día, la presidencia es fantasma y ha sido rebasada ya que concluyó su periodo de forma burda desde el 2019 y hoy no existe en los graves y severos problemas que aquejan a la ciudadanía como la inseguridad, el desempleo, la desaparición de jovencitas, la ausencia de obra pública, el incremento del 25 por ciento al transporte, entre muchos otros.
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