¿Y la prevención de la seguridad?
Morelos ha sido nota nacional en las últimas semanas por la violencia de alto impacto que se ha visto reflejado en diversos puntos de la entidad, quizá por ello, recientemente se ha hecho eco la falta de investigaciones y las detenciones de los responsables que han privado de la vida a ciudadanos. Sin embargo, tal parece, se les olvida que la prevención del delito es fundamental, antes incluso por lo que debe dar la cara sobre este tema el vicealmirante, José Antonio Ortiz Guarneros.
EL REGRESO DE LA POLICÍA MUNICIPAL A CUERNAVACA.- Nadie en su sano juicio puede decir que en Morelos no pasa nada y que la problemática de la violencia ha disminuido. Si es así, al menos la sociedad no lo palma ni tampoco los medios de comunicación sobre todo los especializados en nota roja. A manera de ejemplo, ahí están los casos de los crímenes cometidos contra luchadores sociales, párrocos, y miles de ciudadanos como usted y como yo que han sido privados de la vida sin que pase absolutamente nada.
Las familias solo ven como a sus parientes les arrebatan la vida por lo demandan por lo menos, que haya justicia. Algo que difícilmente se puede cumplir en esta entidad. No solo debe de haber una verdadera investigación a fin de que se castigue con todo el peso de la ley, para evitar la impunidad que sigue siendo el talón de Aquiles del país y del estado.
Aunque, insisto, si hubiera una real y efectiva prevención del delito no tendría por qué haber tantos muertos, tantas personas asesinadas para muchos de ellos luego ser revictimizados. Y de hacer un buen trabajo, obvio, la procuración de la justicia disminuiría paulatinamente.
Durante años, se habla por parte de los diferentes actores políticos, llámese diputados locales y federales, de la urgencia de mejorar la seguridad en el estado de Morelos, y el principal punto siempre ha sido y seguirá siendo, el aumentar el presupuesto a la Comisión Estatal de Seguridad Pública bajo el argumento de que el dinero no les alcanza para implementar todos sus programas y cumplir con sus responsabilidades.
Lo cierto, es que para los especialistas y en este caso entra el alcalde electo de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, quien dejó en claro que la policía de la capital regresará al Ayuntamiento y para ello, se le avisó ya tanto al mandatario estatal como al Comisionado, Ortiz Guarneros. Urge dijo, que haya una coordinación de las políticas públicas y no un control de las corporaciones que es muy distintos. Se trata de trabajar en conjunto y el edil, es un hombre que conoce del tema, abogado, con experiencia en los cargos que ha ocupado desde la seguridad y la prevención hasta la contraloría y la representación de la barra de abogados, que lo hacen una persona conocedora del tema. Si a eso le agregan que tiene arraigo en la ciudad y en Morelos, lo hacen ser una persona a la que se le tendrá que hacer caso en su proyecto de gobierno que iniciará a partir del primero de enero del año próximo.
Tristemente, la delincuencia no se frena e incluso aumenta considerablemente en detrimento de la seguridad de los morelenses que ven con ojos de desprecio e incredulidad, como las autoridades policíacas han sido rebasadas por mucho por la delincuencia organizada. El tema de la seguridad nos preocupa a todos, pero los responsables de generarla han dado muestras de negatividad y falta de compromiso social y desconocimiento real de la problemática que padecemos.
Para los altos jefes policiacos la única forma de combatir a los grupos delictivos es contratando a más personal, capacitarlos y dotarles de equipo y armas a los elementos policíacos, así como la adquisición de tecnología que permitan ayudar a combatir a la delincuencia. Y de nuevo el pero, no hay dinero suficiente para atender estas necesidades urgentes que se requieren. Y mientras se ponen de acuerdo Congreso y Seguridad Pública para que los doten de más dinero, los asesinatos y delitos continúan al alza.
LAS CAUSAS DE LA INSEGURIDAD.- En México los orígenes de los altos índices delictivos, de acuerdo a investigadores y especialistas en la materia son entre otras cosas la pobreza, la desigualdad, el desempleo así como la falta de oportunidades. Y en gran medida, las causas que originan la delincuencia son múltiples, entre ellas destacan en algunos casos la separación de los padres de familia, la baja remuneración de salarios, el alcohol y las drogas por lo que muchas veces se rompe la paz social por ser muy frágil y que requiere esfuerzos permanentes, como la tolerancia y diálogo para ser sostenible en búsqueda de la tranquilidad que demandan miles de familias.
Por lo tanto, la Comisión Estatal de Seguridad Pública que es el área encargada de promover las acciones y programas enfocados a la atención de las causas estructurales de la violencia, para mejorar las condiciones de seguridad de las familias y evitar que niños y jóvenes se vean involucrados en conductas antisociales, hasta el momento no ha dado resultados.
Sobre todo, porque la prevención del delito está enfocado en incluir cualquier actividad realizada por un individuo o grupo, público o privado, que intenta eliminar la delincuencia antes de que ésta ocurra o se presente cualquier actividad adicional.
De ahí la importancia de la prevención del delito a través de la implementación de las políticas públicas responsables y eficaces de prevención del delito para mejorar la calidad de la vida de todos los ciudadanos. Y que por desgracia para los morelenses se vislumbra un panorama incierto y con nubarrones en resolver este problema que triste y lamentablemente, se agudiza cada día.
Es urgente que el titular del Ejecutivo analice con seriedad el papel desempeñado por el Comisionado de Seguridad Pública, para saber por especialistas y expertos en este tema de los avances y retrocesos que se han tenido en los últimos años y si la respuesta es negativa, dar un golpe de timón para demostrarle a la sociedad que están conscientes de la situación y del conflicto que debe contrarrestarse de manera urgente para recuperar la confianza ciudadana y la fe en tener un mejor estado donde haya justicia y una verdadera paz social.
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