Respeto a la investidura, otras formas
Si es lo mejor de la vida, no es una cosa.
Florestán
México debe ser la única democracia del mundo donde el jefe de gobierno no tiene relación presencial en las sedes del Congreso.
Esto ocurre desde que el 1 de septiembre de 2006, los diputados del PRD y oposición al PAN impidieron que el presidente Vicente Fox ingresara al salón de plenos de la Cámara de Diputados a leer su último Informe de gobierno.
Al año siguiente, a Felipe Calderón le dejaron entrar, pero solo para entregar su primer Informe, igual que en 2008, y se acabó. Aquel 1 de septiembre fue la última vez que un presidente de México estuvo en el salón de sesiones de San Lázaro.
A partir de entonces, los 1 de septiembre el jefe del Ejecutivo en turno lee un mensaje, Calderón en el Auditorio Nacional y Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, y sus respectivos secretarios de Gobernación entregan el documento a los diputados.
La única asistencia presidencial al Congreso se redujo a ser testigo de honor, o de piedra, para la entrega de la medalla Belisario Domínguez en el Senado. Pero este año, ni eso.
Ayer, López Obrador anunció que no asistirá a la entrega de ese máximo reconocimiento a la maestra Ifigenia Martínez, pasado mañana en el Senado, para evitar, dijo, que le falten el respeto a la investidura presidencial, de lo que culpó a la senadora Lilly Téllez, y yo creo que esa ausencia es un error.
Es cierto que en 2006, Fox no asistió a la entrega al doctor Jesús Kumate y mandó a Carlos Abascal, su secretario de Gobernación. Pero López Obrador ha dicho siempre que él es diferente.
Y además hay otras muchas formas más serias y cotidianas de no faltarle el respeto a la investidura presidencial.
RETALES
1. HANDICAP. El primer error de Marko Cortés fue agandallarse al PAN y su presidencia. El otro fue peor: leer la lista de sus precandidatos que, en lugar de empoderarlos, les contagió su debilidad. Y lo más grave, deslizar la candidatura de Ricardo Anaya, para quien sigue operando. Al final, todo en apoyo al proyecto lopezobradorista y su candidata, Claudia Sheinbaum;
2. PRIMOR. Partidos y bancadas de oposición se pronunciaron de inmediato contra la reforma energética presidencial, todos menos el PRI, que lo va a pensar. ¿Qué va a pensar Alejandro Moreno, fue uno de los más entusiastas apoyadores con Peña Nieto y votó a favor? Igual se confirma la nueva y negada alineación del Primor. Lo veremos en la votación; y
3. VÍTORES. El vocero del Presidente, Jesús Ramírez, tuiteó el domingo que el Presidente salió entre vítores de la reunión en Puebla a la que dieron portazo damnificados inconformes por la falta de apoyos. Pero luego el Presidente dijo que ese portazo fue porque la gente ya lo quiere ver. Y en este mes todos sus eventos serán multitudinarios, para que nadie se quede con el pendiente de verlo.
@lopezdoriga
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