Políticos y delincuencia
Estoy seguro que en más de una ocasión habrán oído y hasta utilizado la famosa expresión de, “lo que pasa en Las Vegas se queda en las Vegas”. Y tal parece, esto es lo qué sucederá después del altercado político registrado entre el vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros y el diputado local Agustín Alonso Gutiérrez. Es decir, pese a los señalamientos y acusaciones entre ambos, no trascenderá ni pasarán las declaraciones más allá de las paredes del recinto legislativo.
DIFERENCIAS.- Lo cierto, es que las diferencias existentes entre el Legislativo contra el Ejecutivo cada vez son más recurrentes. Conforme avanzan los días empiezan a acentuarse cada vez más. El tema del presupuesto será la punta de partida y la gota que derrame el vaso de agua, ante las diferencias abismales entre la idea que tiene el gobernador Cuauhtémoc Blanco de la distribución de los dineros con la de los parlamentarios, que desde ahora, anunciaron que ampliaron su presupuesto que será mayor al que tenían los de la legislatura 53, a pesar de que ellos eran 30 diputados por los 20 que representan la 55.
Regresando al tema del enfrentamiento, sobra decir que fue delicada la declaración del comisionado de Seguridad Pública porque sin decir nombre alguno, hizo ver al parlamentario Agustín Alonso como uno de los políticos con vínculos con células delictivas. Pasaron varios días para digerir las acusaciones y la respuesta del dos veces alcalde de Yautepec, en el sentido de que él es inocente así como su participación para acudir a la Fiscalía General de la República en caso de ser necesaria para evidenciar que nada debe ni teme ante una posible investigación en su contra.
Lo cierto, es que hay algunos políticos que desde hace tiempo se les ha mencionado con actividades ilícitas y pese a todo, las autoridades federales y estatales a través de sus cuerpos de seguridad han guardado silencio. Ahí está el caso de Amado Orihuela Trejo, de quien se decían tantas cosas y hasta llegó a ser candidato a gobernador sin que haya pasado nada.
Otro que ha estado en el banquillo de los acusados, es el senador Ángel Yáñez a quien también se le ha vinculado con grupos que actúan al margen de la ley y él, en reiteradas ocasiones, ha tenido que salir a aclarar o desmentir estos rumores. Recientemente, en el portal periodístico de la Silla Rota, al legislador federal de Nueva Alianza que busca ser candidato a gobernador por el Partido Revolucionario Institucional, se le mencionó con grupos criminales y al final, dejó en claro que está dispuesto incluso a renunciar a su cargo con la finalidad de que las autoridades estatales y federales lo investiguen “de pies a cabeza”. Las acusaciones que hacen en su contra, son solo manipulaciones políticas con la única finalidad de dañar su imagen, dijo.
FUENTE OVEJUNA EN HUITZILAC.- Una de las obras literarias española más trascendentes en los últimos tiempos es la inspirada en Fuente Ovejuna, situación que obliga a recordar lo sucedido recientemente en Huitzilac, donde el pueblo buscó justicia y se hizo justicia por su propia mano, al linchar y quemar vivos a dos presuntos secuestradores. Este punto, fue por el que fue llamado a comparecer José Antonio Ortiz Guarneros al Congreso local. Y derivado de las investigaciones, no les dijo nada a los representantes populares. Sin embargo, al pedirle que renuncie a su cargo de comisionado al haber quedado rebasado por la delincuencia como se lo pidió el parlamentario Agustín Alonso, su respuesta fue enfocada a los vínculos con gente dudosa y dedicada a actividades ilícitas. Lo cierto es que antes de llegar al recinto legislativo a comparecer ante la supuesta casa del pueblo, ya las flechas estaban listas para ser usadas con dirección al vicealmirante.
Guarneros, demostró tener información valiosa que supo bien utilizar ante lo que vendría. Preparó su discurso y aprovechó los datos que le acercaron de supuestos vínculos de políticos con células delictivas qué tanto daño le han hecho Morelos y al país.
Por lo tanto, esas afrentas se estarán cobrando poco a poco a través de posiciones enérgicas en contra del gobierno del estado, el cuál por cierto, estará viviendo su último cierre de año de la manera más complicada a diferencia de la tranquilidad con la que había transitado en los últimos 3 años.
Lo triste, preocupante y más delicado aún, es que después de los severos señalamientos y acusaciones de supuestos vínculos con la delincuencia organizada, sin importar no haber dado nombres, se haya referido al diputado Agustín Alonso, a quién posteriormente lo invitó a que lo acompañara a solicitar las órdenes de aprehensión en contra de estos políticos, tuvo el cinismo y desfachatez de pedirle que está a favor de trabajar coordinadamente, casi casi le dijo: codo con codo y mano con mano por el bien del estado de Morelos. ¡Vaya diálogo entre un alto jefe policíaco y un parlamentario local!
Lo dicho por el vicealmirante Ortiz Guarneros no debe de quedarse en el Poder Legislativo. Bajo ninguna circunstancia debe quedar en el olvido el tema. Es urgente y necesario que trascienda, incluso más allá de las fronteras del estado y verdaderamente se investigue y se castigue a quien violente la legalidad. Y en su defecto, se libere a todo aquél representante popular de estos señalamientos y se limpie su nombre ante la sociedad. Tal parece que las denuncias contra los personajes en cuestión ya se presentaron desde el 2019, sin embargo, el jefe policíaco tiene la obligación y necesidad de no frenar el caso pues de lo contrario, se evidenciará que fue solo un engaño y show político como sucedió con su antecesor Alberto Capella Ibarra, quien implementó la misma operación, justamente el día que le tocó comparecer ante el pleno del Congreso, para exponer que había diputados y alcaldes que estaban vinculados con células delictivas y realizaban actividades ilícitas al margen de la ley.
Cabe recordar que durante el sexenio de Graco Luis Ramírez, su jefe policíaco Alberto Capella Ibarra, provocó en aquél entonces una reacción en los titulares de prácticamente todos los medios de comunicación y redes sociales, cuando acusó en su presentación que diputados y alcaldes estaban vinculados con la delincuencia organizada. Sin embargo, como en aquella ocasión, ahora mismo no sucederá absolutamente nada. Es decir los grupos criminales y los políticos de ser cierto, continuarán con sus mismas actividades ilícitas. Mientras tanto José Antonio Ortiz Guarneros se mantendrá al frente de la secretaría de seguridad Ciudadana, al menos hasta que así lo determine su jefe inmediato el gobernador del estado.
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