Ramírez de la O afirmó en un diálogo con miembros del Atlantic Center que la propuesta promueve un desarrollo ordenado.
Rogelio Ramírez dice que los potenciales efectos negativos de la reforma se pueden manejar explicando la reforma. (Shutterstock)
La propuesta de reforma eléctrica del Ejecutivo promueve la participación de la inversión privada y el desarrollo de un sistema de abasto ordenado, que favorece un servicio seguro y confiable, afirmó el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
En una conversación con los miembros del Atlantic Council, reconoció que la propuesta es todavía una iniciativa legislativa para modificar la Constitución, lo que significa que aún requiere ser discutida en el Congreso antes de su aprobación.
Cuestionado por el exembajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, acerca de los potenciales efectos negativos en la calificación crediticia de México y en el ambiente de inversión por la reforma, De la O contestó que dichos riesgos se pueden superar explicando todo el marco de la reforma y los objetivos que pretende.
“Estamos muy atentos al mercado y a la reacción de las agencias calificadoras, reasegurándonos de que tenemos un modelo consistente, dentro de las reglas del mercado”, enfatizó el secretario.
Expuso que el presidente López Obrador erigió un muro entre los intereses de los consorcios del sector privado y del gobierno con el objetivo de poner fin a las prácticas de concesiones públicas en favor de grupos selectos de negocios.
“Este capitalismo de concesiones también se dio en el sector de energía y perjudicaba a las finanzas públicas en el largo plazo”, aseveró.
Detalló que la reforma eléctrica propone un nuevo sistema de abasto de electricidad que promueva un desarrollo ordenado, que favorezca un servicio seguro y confiable, que continúe el existente, con estabilidad.
Añadió que el país promueve la participación de inversionistas del sector privado con la compra de su energía por parte de CFE, pero sin que se utilice a la empresa del Estado como un soporte financiero.
Recalcó un abuso del esquema de autoabasto, en el cual el sector privado promovía la simulación para encubrir un negocio financiero.
Agregó que el gobierno federal está muy atento al mercado y a la reacción de las agencias calificadoras a la propuesta de reforma eléctrica, reasegurándose de que se tiene un modelo consistente con las reglas del mercado.
Wayne, quien actualmente se desempeña como investigador senior del centro, preguntó “¿Cómo van a manejar el potencial efecto negativo en la calificación crediticia de México y en el ambiente de inversión por la reforma eléctrica que plantea la actual administración?”
Indicó que los potenciales efectos negativos se pueden manejar comenzando por explicar todo el marco alrededor de la reforma y los objetivos que pretende.
Discusión en FMI y BM
El secretario de Hacienda dijo que las principales discusiones entre los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales en la reunión de otoño del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se desarrolla esta semana, se centran en cómo lograr la recuperación económica, para la cual es esencial tener un acceso total a la distribución de las vacunas, para acabar con la pandemia.
“No podemos pensar en una recuperación incluyente si no logramos una completa vacunación de la población, especialmente de los países y sectores más vulnerables”, destacó ante los integrantes del centro geoeconómico.
“Por lo tanto, durante estas reuniones de trabajo debemos continuar explorando cómo el Banco Mundial y bancos multilaterales de desarrollo pueden contribuir a garantizar el acceso y distribución de vacunas por todo el mundo”, refirió.
Los países de ingresos altos y medios se adelantaron al acceso a las vacunas por medio de contratos individuales, en contraste con otros menos afortunados.
Consideró que el acceso de todos a las vacunas debe permitir un rápido e incluyente crecimiento económico, que cubra a todo el mundo.
Otros asuntos que se discutirán en el FMI son la digitalización, el cambio climático y la deuda.
“Debo reconocer los esfuerzos realizados por el FMI y el G20 para mejorar la arquitectura de la deuda internacional y aliviar la deuda a los países pobres”, subrayó.
“Sin embargo, debemos también enfocarnos en buscar alternativas para el refinanciamiento de deuda de los países de ingresos medios y bajos que comienzan a sufrir las consecuencias de los altos niveles de deuda”, reiteró.