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EN PRIVADO

UNAM: mucho riesgo para distractor

El principal defecto de la perfección está en su inexistente perfección. Pero en su imperfección los hay arrogantes que la buscan.
Florestán

Estamos de acuerdo que todo lo que dice y hace el presidente López Obrador tiene una intención política. No dice por decir ni hace por hacer, siempre busca algo.

Pero en el caso de su ofensiva lleva cuatro días seguidos contra la Universidad Nacional Autónoma de México y su comunidad, no le encuentro.

Sé por qué se lanza contra los medios, periodistas, críticos, columnistas, intelectuales orgánicos —que no sean sus 12 apóstoles—, científicos, académicos, jueces, ministros, magistrados, clases medias, vecinos de la Del Valle, empresarios no cercanos, consorcios extranjeros y nacionales, organismos autónomos, fondos, fideicomisos, opositores, es decir, contra todos los que no están con él, porque, como ha dicho, están contra él, que exige lealtad ciega.

Pero, insisto, no entiendo su ofensiva contra la UNAM y ahora hasta dice que se ha hamburguesado, al querer decir que era burguesa y no hamburguesa. Pero esta confusión es lo de menos.

El fondo es el ataque acusando a la UNAM de derechizarse y ser cómplice de la corrupción del pasado neoliberal en el que, afirma, guardó silencio y a sus egresados dejó de interesarle la atención al pueblo.

No sé, reitero, qué quiere López Obrador con este ataque, pero tiene que ser algo, porque, repito, no hace ni dice nada por nada.

Pero aún no lo descifro.

A menos que la dé por perdida y la quiera rescatar y reinventar, lo que veo imposible.

Pero yo no vivo en Palacio Nacional.

Y a los que me dicen que es otro distractor, les pregunto: ¿De qué nos quiere distraer que corre el riesgo de prender la UNAM?

RETALES

1. EX RECTOR. Debo apuntar que en ningún momento el presidente López Obrador se ha referido a su embajador en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, y menos arremetido contra él, como se publicó. Sigue siendo uno de sus hombres de confianza desde los tiempos de su rectoría en la UNAM y será su anfitrión en Nueva York el día 8, cuando México presida el Consejo de Seguridad;

2. COLOSIO. Ahora la CNDH de Rosario Ibarra va a montar la farsa de reabrir la investigación del asesinato de Luis Donaldo Colosio, 23 de marzo de 1994, a petición de su asesino confeso, Mario Aburto. No pueden con los crímenes de hoy, más de 103 mil homicidios dolosos en este gobierno, y van a esclarecer los hechos de uno resuelto hace más de 27 años. Esto confirma que lo suyo es el pasado para encubrir el presente; y

3. CAPELLÁN. No cabe duda que perdimos al padre Solalinde, convertido en el capellán de Palacio Nacional. Ahora sale con que la caravana migrante que marcha hacia el norte, con escala en Ciudad de México, es una conspiración del gobierno de Estados Unidos en complicidad con los ricos mexicanos para echar a perder el viaje de López Obrador a Naciones Unidas. Así o más loca y retorcida la cargada.

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Ámbito: 
Nacional