Los restaurantes-bar o restaurantes con venta de bebidas alcohólicas han proliferado, llegando solo en este trienio a más de 700 licencias
Actualmente el espacio que ocupó El Alebrije Cuernavaca alberga un negocio de mueblería
En Cuernavaca la vida nocturna ha quedado solo en un recuerdo. Ayer quedaron aquellas noches donde podías bailar en las mejores discotecas y encontrarte a diversas personalidades, en especial del espectáculo. Hoy mientras que en la Ciudad de la Eterna Primavera los antros han desaparecido, los restaurantes-bar o los restaurantes con venta de bebidas alcohólicas han proliferado, llegando solo en este trienio a más de 700 licencias.
Desde hace aproximadamente 10 años la capital del estado ha dejado de ser un destino nocturno, principalmente por los altos índices delictivos registrados en Morelos que ha ocasionado el cierre de discotecas, como ejemplo, de nueve antros congregados en la Asociación de Discotecas, Centros de Espectáculos y Bares (Adice) solo uno permanece abierto pero abre una vez al mes.
Andrés Remis Martínez, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo de Cuernavaca, reconoció que la vida nocturna en la ciudad ha desaparecido, cambiando la oferta a tal grado que lo único que tienen para competir este sector es el precio del alcohol. Y es que afirmó que poner un centro nocturno ya no es redituable no solo por el tema de la inseguridad y violencia en la entidad sino también ante el incremento de restaurantes-bar o restaurantes con venta de bebidas alcohólicas, que en ciertas ocasiones tienen el apoyo de las mismas empresas cerveceras para abrir, otorgándoles el mobiliario y mercancía para iniciar su negocio.
Si bien los antros, también conocidos como discotecas, son un gran imán porque la gente no nada más va a tomar sino también a bailar y socializar con buena música y hasta videos musicales, hoy por lo menos en Cuerna no son un negocio funcional porque el porcentaje de utilidad ha ido a la alza.