Los extremistas van sobre Monreal
Paco Ignacio Taibo II resume lo que piensa del Movimiento Regeneración Nacional: “No podemos ser un partido que propone democracia cuando no la practica…”.
Director del Fondo de Cultura Económica y ultra de la 4T, pendejea y reta al dirigente Mario Delgado:
“Si no entiendes qué piensa el país de Morena, renuncia”.
Taibo es uno de 30 entre los 300 consejeros nacionales de Morena que atribuyen a Delgado la creación de una “estructura paralela”.
Y de manera igualmente ofensiva y por demás gratuita, se lanza contra uno de los activos más valiosos del Presidente en el Congreso, el senador Ricardo Monreal:
“No sé si sigue siendo miembro del partido el insigne activista permanente en las luchas internas y las grillas como Monreal. Me pregunto si no hay suficientes elementos como para pensar que promovió una candidatura anti-Morena”.
Farolón como es, se ufana de tener el pulso de la nación porque reparte libros en la calle.
Ingrato con las bancadas morenistas y morenianas que con Delgado y Monreal aprobaron la ley Taibo, que lo convirtió en uno de los machuchones del gobierno, al escritor parece no importarle que ambos gocen de la confianza de Andrés Manuel López Obrador.
En la desangelada (no alcanzó quórum: de los 300 solo sesionaron 115) y abortada reunión virtual del Consejo Nacional de Morena, el activista soltó: “Estamos dejando pasar una tras otra coyunturas de conflicto en el sector petrolero, los problemas del acoso a los sindicatos mineros ante la ofensiva permanente de sindicatos charros, una tras otra. Los temas laborales nos son ajenos, los temas de la sociedad nos son ajenos. ¿Qué tenemos en realidad? Un partido cargado de desprestigio (…). Mario, tengo que decirlo claro. ¿O tú ves un partido que yo no veo por ningún lado? Vivo en contacto con la base social día tras día regalando libros, hablando con la gente, asistiendo a reuniones de base en las poblaciones más aisladas, y lo que dicen ahí, es ¿cuál partido?, ¿dónde está…?”.
Según los estatutos, el Consejo se encarga de formular críticas, recomendaciones y propuestas, así como de aprobar las plataformas electorales en los comicios.
A diferencia del artero ataque a Monreal, la descarga contra Delgado es compartida por otros cuadros que ven al dirigente acordando lo que quiere únicamente con la Comisión de Elecciones y no con los demás órganos del partido, y aseguran que trabaja para impulsar la candidatura presidencial del canciller Marcelo Ebrard.
Mario aguantó solo diez minutos de las cinco horas que duró la reunión y los empleó para ensalzar los triunfos electorales, pero no para autocriticarse por fracasos tan significativos como la pérdida de más de la mitad de las alcaldías de la capital del país.
Encarrilados, le reprochan inclusive el habitual reducido porcentaje de las votaciones de junio respecto a la presidencial de 2018.
Por angas o mangas, Morena sigue dando tumbos, sin consolidarse y con sus tribus en lo suyo: el desgreñe…