EL COCHINERO JURÍDICO-JUDICIAL QUE TRAEN LOS YÁÑEZ, EL CUAUH Y EL “TRINACIONAL” SANZ
En su afán de evitar, primero, perder el registro y luego ganar el ayuntamiento de Cuernavaca, el Partido Social Demócrata, buscó a Cuauhtémoc Blanco Bravo como su candidato a la presidencia municipal, a pesar de ser todavía jugador del equipo de futbol Puebla y residir en aquella ciudad.
A Blanco, los hermanos Julio César y Roberto Yáñez Moreno, así como Eduardo Bordonave Zamora buscaron a su promotor Juan Manuel Sanz Rivera para contratarlo, como una especie de traspaso y cuando menos ligar una diputación local.
Los hermanos Yáñez y Bordonave pensaron el lograr el segundo lugar en el proceso electoral de Cuernavaca, solamente para que Julio César fuera diputado y Roberto regidor, pero hasta ahí.
Pero como la popularidad del ex seleccionado nacional de futbol no era suficiente apostaron jugar con la estructura construida por Manuel Martínez Garrigós, quien a cambio pidió espacios, entre éstos dos regidurías, dos secretarías y varias direcciones generales para su equipo.
Cuauhtémoc Blanco en campaña ya tenía equipo y operadores políticos coordinados por Manuel Martínez Garrigós, así como comerciantes del mercado Adolfo López Mateos.
Sin embargo, el día de la elección al verse perdido el candidato del Partido de la Revolución Democrática ante la candidata del Partido Revolucionario Institucional, Maricela Velázquez Sánchez, utilizaron su acarreo para sugerir también el voto hacia Cuauhtémoc Blanco.
El tepiteño logró sacar cerca de nueve mil votos de diferencia a Maricela Velázquez Sánchez, y así llegar a gobernar Cuernavaca, por la que dio su palabra que se rompería la madre.
El ex jugador de futbol profesional logró asumir la alcaldía citadina y con ello sus dos primeros meses fueron una guerra de frente contra el gobernador Graco Ramírez, quien logró someterlo al no entregar las prerrogativas remitidas al ayuntamiento por parte del gobierno federal.
Sin embargo, a los seis meses de haber iniciado su administración, Blanco rompió con sus cómplices en violar la ley, porque su secretario Técnico, Juan Manuel Sanz Rivera, pactó con Graco Ramírez una relación de apoyo mutuo y a cambio darle varias secretarías como la Municipal al PRD.
Después de la ruptura con los hermanos Yáñez Moreno y el PSD sale a relucir, entre venganzas pasionales y personales, que ni Cuauhtémoc Blanco ni Sanz Rivera cuentan con los requisitos para estar al frente del ayuntamiento de Cuernavaca.
Los Yáñez, Bordonave, Blanco y Sanz corrompieron y violaron el marco legal para obtener lo que hoy para los últimos dos es una mina de oro, para ello también obtuvieron el aval y apoyo del ex presidente municipal citadino, Jorge Morales Barud, y del ex secretario del ayuntamiento, Enrique Paredes Sotelo.
La confabulación de los cinco, forma parte de una denuncia iniciada en su contra ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), por violaciones al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Morelos.
Los cinco también están vinculados en delitos de fraude y mentir ante las autoridades, situación que los deja bajo la posibilidad de que sean sancionados con cárcel, amén de perder los cargos que ostentan.
El desorden que hoy mantiene Blanco Bravo, Sanz Rivera, los hermanos Yáñez Moreno y Bordonave son delitos mayores y en perjuicio de la sociedad, que también dejan en entre dicho el actuar de varias instituciones del estado, al permitir que la mentira predomine en la entidad.
El trinacional Sanz (español, mexicano y estadunidense) no solo tiene que ser investigado, deportado y estar en la cárcel, también es un ejemplo de que el Instituto Nacional de Inmigración es una oficina burocrática e inútil.
Deja bajo cuestionamiento a la Secretaría de Gobernación, al Instituto Nacional Electoral (INE), al Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), así como al Tribunal Estatal Electoral.
El asunto es gravoso, como suelen llamarlo los abogados litigantes, debido a que Cuernavaca está inmersa en asuntos de inseguridad pública severos, en una crisis financiera que deja al ayuntamiento inoperante y bajo un Cabildo en el que sus regidores son un grupo de títeres que solamente sirven para cobrar.
Y es importante que conforme a derecho también la Diputación Permanente tome nota del asunto, porque todo el ayuntamiento de Cuernavaca está implicado en asuntos para la destitución de Cuauhtémoc Blanco como alcalde, a su Síndica y a los regidores, para que sus suplentes ocupen los cargos, porque están inmiscuidos en complicidades que violan el marco legal y deben también ser inhabilitados.