La narcopolítica en Morelos
La detención de Rosario Herrera o Esther Yadira “N” ha dado pie para que el gobernador Cuauhtémoc Blanco insista en la relación que existe entre actores de la vida política del estado y miembros de la delincuencia organizada. Al reiterar que su gobierno no pactará con la delincuencia, el mandatario insiste en el adjetivo que ha venido repitiendo desde que protestó como jefe del ejecutivo: narcopolíticos. Esta historia aún no termina.
Para entender el contexto de esta situación vale la pena revisar lo que al respecto escribió hace unos días en El Universal el periodista Héctor de Mauleón, una de las plumas más certeras en este tipo de temas:
“En un fraccionamiento de Oaxtepec, Morelos fue detenida por la Marina, el fin de semana pasado, Esther Yadira N y/o Rosario Herrera. La mujer fue ubicada como hermana de la presidenta del partido Redes Sociales Progresistas, Claudia Huitrón, el cual está vinculado a la exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo. Según la información rendida a cuentagotas por las autoridades federales, Esther Yadira o Rosario Herrera se halla vinculada al grupo criminal Guerreros Unidos. Medios locales la relacionaron sentimentalmente con el senador priista Ángel García Yáñez. Circularon de inmediato fotos suyas con personajes políticos del estado
El senador García Yáñez negó tener una relación con Esther Yadira: “He sido señalado por acusaciones de una persona detenida. En su momento fue colaboradora, hace tiempo, en campaña ya antepasada, pero a mí se me ha señalado siempre (como) el preferido del crimen organizado aquí en Morelos, me han querido vincular”
En esta columna se documentó cómo en abril de 2020, luego de un tiroteo con las autoridades, fue detenido José Arturo Zamarrón, alias el Maytul, operador del jefe criminal Javier Rodríguez Hernández, conocido como el Señorón. El Maytuli llevaba entre sus pertenencias una credencial firmada por el senador García Yáñez, la cual lo acreditaba como uno de sus asesores. La “charola” contenía una leyenda en la que solicitaba darle “apoyo” a Zamarrón, a fin de que este pudiera llevar a cabo “el buen cumplimiento de las comisiones que se le encomiendan”.
Ese mismo año, a otro sujeto detenido con un kilo de mariguana y dos cajas de cartuchos, Etwin Emmanuel Marquina, se le halló entre sus ropas otra credencial que lo señalaba como asesor de García Yáñez. Al menos desde 2014, como alcalde de Zacualpan de Amilpas, Ángel García Yáñez fue acusado de brindar protección al crimen organizado. “Es tema político”, declara ahora el legislador priista: “Esto ya empezó para el 24”. Esther Yadira N había fungido como testigo protegido de la PGR en tiempos de Marisela Morales. Se le acusaba de sobornar a elementos policiacos a nombre del crimen organizado. Con el nombre de clave de Libre, señaló al general Tomás Ángeles Dauahare de operar para el cártel del Chapo Guzmán. El 25 de octubre de 2019, según un reporte de inteligencia, fue nombrada secretaria de vinculación nacional de Redes Sociales Progresistas. Desde marzo de 2021 apareció mencionada en narcomensajes de amenaza colocados en Tlaquiltenango, Jiutepec, Tetecala, Miacatlán, Emiliano Zapata, Temixco, Cuautla y Cuernavaca.
En sus redes sociales figuran fotos suyas con buena parte de la clase política morelense. Las labores de inteligencia la relacionan con los alcaldes de Coatlán del Río, Xochitepec y Jantetelco, así como con el senador García Yáñez, y el líder de la delincuencia Crispín Gaspar, quien fue líder de Guerreros Unidos Cártel Jalisco Nueva Generación en Temixco. Según el reporte de las autoridades, el 8 de diciembre de 2020, Esther Yadira y el senador García Yáñez se reunieron con miembros de la delincuencia en las inmediaciones de la colonia Praderas de Oaxtepec, a fin de favorecer el triunfo de algunos candidatos y pactar una alianza entre cabecillas de Morelos: a dicha reunión asistieron el Señorón, Israel Blanco Nava, apodado el Seven, Cristhian Valverde Montalván (detenido un día después) e Irving Solano, conocido como el Gato.
¿Por fin comenzará a aflorar la radiografía completa de la narcopolítica en Morelos?”
La pregunta que al final de su columna hace De Mauleón es clave, porque aunque el operativo desplegado por las fuerzas federales aquel sábado en un fraccionamiento de Oaxtepec es equiparable al que en el 2009 implementaron Marina y Ejército para capturar a Arturo Beltrán Leyva, de nada sirve la detención de una sola persona si ello no da pie a que la situación cambie en el estado.
Cuauhtémoc Blanco dice que les van a sacar “sus trapitos” a los narcopolíticos, que parte de la información que permitió la captura de La Jefa fue proporcionada por su gobierno y que está confirmada con fotos y videos la relación de la dama con diversos actores de la vida pública local. Sin embargo la decisión de actuar no fue local, no se compartió con ninguna corporación local ni con el propio poder ejecutivo. Todo es especulación hasta ahora.
El gobierno de México actuó solo porque seguramente no confió en ninguna instancia estatal y hasta ahora no ha dicho de qué se acusa a la detenida, ni tampoco si habrá otras detenciones que deriven de ella. Cualquier cosa que se afirme sobre el tema hasta ahora es especulación, porque a diferencia de otro tipo de acciones federales, en este caso no han dicho nada.
Después de la captura de La Jefa todos sus amigos han negado tener relación con ella; algunos como la magistrada Nadia Luz Lara dicen que las fotografías en las que aparece fueron porque andaba en campaña “y se tomó fotos con mucha gente”, no hay amistad, solo fue una coincidencia. “Cuando andas en campaña no andas preguntando los antecedentes de las personas con las que te tomas fotos y si una anda en algo malo pues evidentemente no te tomas fotos”.
El mismo senador Ángel García Yáñez, amigo personal de Rosario Herrera también ha negado esa relación, sin detenerse a pensar que su amistad era conocida por muchos desde hace bastante tiempo. Lo mismo ha pasado con diputados, alcaldes y figuras de la vida pública que hace meses caravaneavan a la dama y hoy, como Judas, la niegan.
Esto último es lo delicado en el tema, porque en independencia del proceso que se le siga a la dama detenida, si las autoridades investigan sus relaciones y las presuntas redes políticas que había tejido, más de un personaje de la vida política local podría quedar involucrado.
Ya lo dijo De Mauleón: ¿Por fin comenzará a aflorar la radiografía completa de la narcopolítica en Morelos?
posdata
El alcalde de Cuernavaca se suma a las voces de alcaldes que piden a los diputados que les regresen el 5 por ciento de las participaciones que les retiene el estado con el argumento de invertir esos recursos en temas de seguridad.
En el caso de la capital lo que representa este cinco por ciento son alrededor de 150 millones de pesos que mucho servirían al ayuntamiento, ya sea para fortalecer la estructura y la operación de la policía o para destinarlos a otros rubros que también son urgentes en el municipio.
Aunque la petición es comprensible y los diputados han manifestado varias veces su espíritu municipalista, no parece muy claro que esa petición vaya a avanzar en esos términos; lo que hay acordado hasta ahora, dicen, es devolver el 2.5 por ciento de las participaciones.
No es lo ideal, pero es mejor que nada.
nota
El escenario político está cambiando aceleradamente en el estado; no es lo mismo el Morelos de antes de la elección que el que queda después del proceso electoral de junio.
Al gobernador Cuauhtémoc Blanco le urge hacer política, necesita un operador político que no solo atienda las emergencias y tenga buena relación con los otros dos poderes; deben tener un equipo que sea capaz de identificar los problemas antes de que exploten y que actúen a tiempo para que no haya crisis.
El talón de Aquiles de esta administración ha sido y es la política; el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador es importante, pero no suficiente para atender el complejo escenario local.
Al gobernador le urge un secretario que haga política.
post it
Dos veces la magistrada Nadia Luz Lara Chávez ha competido por un cargo de elección popular: en el 2018 buscó la gubernatura avalada por el partido Verde y al cabo de unas semanas de campaña decidió declinar en favor del candidato del PRD Rodrigo Gayosso; en el 2021 se sumó a las filas de Fuerza por México y compitió por una diputación federal. En ambas ocasiones perdió abrumadoramente.
La abogada tiene cierto reconocimiento en su ámbito, aunque el cierre de su administración como presidenta del Poder Judicial la dejó con muy mala imagen; lo que no se le da (y no lo entiende) es la política, sobre todo cuando se trata de ir a campaña, porque aunque es muy sonriente la dama no conecta con la gente ni logra obtener la confianza del electorado.
Ahora que forma parte del escándalo por la detención de La Jefa esta es su explicación:
“Yo fui candidata a un cargo de elección popular, en alguna ocasión coincidimos y así como con ella con otras muchas personas me he tomado fotos. Me tomé esa foto como me tomé muchas otras con distintas personas, antes y durante la campaña y cuando te tomas una foto así pues no andas preguntado los antecedentes de las personas y si una anda en algo malo pues evidentemente no te tomas una foto… acudí a una reunión en la que participamos varios candidatos y personas de la sociedad civil y recuerdo haber coincidido con la presidenta de Redes Sociales Progresistas y su hermana una señora de nombre Rosario y nos tomamos una foto… desconozco si la circulación de las fotografías donde aparezco con Rosario “N” fueron difundidas con la intención de dañar mi imagen o tienen algún tinte político”
¿Le creen?
redes sociales
El senador Ángel García Yáñez aprovechó la polémica por la detención de Rosario Herrera para victimizarse y hacerse pagar por un perseguido político; dijo que desde hace tiempo lo acusan y hasta ahora no le han podido comprobar nada. Son ataques políticos, reitera el representante popular del PRI que, de paso, se destapó para buscar la gubernatura de Morelos en el 2024.
Puede ser que en verdad se trate de ataques políticos, lo llamativo es que ya son varias las personas cercanas a él que terminan tras las rejas por delitos que persiguen las autoridades federales.
¡Maldita coincidencia!
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