Entre enero y septiembre, tuvieron transferencias por casi 70 mil millones de pesos
CIUDAD DE MÉXICO. Los fideicomisos federales recibieron 69 mil 226 millones de pesos entre enero y septiembre de este año, casi 50% más, en términos reales, de lo que les fue transferido en el mismo lapso de 2020.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el total traspasado a estos instrumentos es el monto más alto en lo que va del sexenio y supera en 144% lo programado para el periodo.
Entre los fideicomisos a los que más se han destinado recursos destaca el Fondo de Salud para el Bienestar, con 30 mil 281 millones de pesos, más del doble (108%) que lo trasladado en 2020.
La Secretaría de la Defensa Nacional también ha incrementado los recursos transferidos a los fideicomisos, al destinar 17 mil 991 millones de pesos a éstos, 760 veces lo destinado el año pasado a este tipo de instrumentos.
Para Mariana Campos, coordinadora de Gasto Público de México Evalúa, los fideicomisos pueden servir como medios de ahorro y para gestionar obras de infraestructura a lo largo del tiempo. Sin embargo, asegura que se destinan mayores recursos a éstos sin haber resuelto los problemas de transparencia y rendición de cuentas que el propio gobierno señaló el año pasado.
Los fideicomisos del Ejecutivo federal han recibido casi 50% más recursos este año respecto al año anterior, en un contexto en el que se les ha denominado instrumentos escasos de transparencia.
La Secretaría de Hacienda reportó que en enero-septiembre de 2021 el gobierno ha transferido 69 mil 225 millones de pesos, monto superior en 45.9% anual en términos reales al observado en igual lapso de 2020.
La Secretaría de Salud ha sido la que más ha transferido recursos a fideicomisos, en este caso al Fondo de Salud para el Bienestar, con 30 mil 281 millones de pesos, más del doble (108%) que lo trasladado en 2020.
Le sigue la Secretaría de la Defensa Nacional, que, con 17 mil 991 millones de pesos, ha multiplicado por 760 los recursos transferidos a los fideicomisos. En el orden sigue el Ramo 23, que ha otorgado a fideicomisos 12 mil 42 millones de pesos, una reducción de 49% real anual explicado en buena medida por la desaparición del Fonden.
En el agregado, lo transferido hacia fideicomisos en enero-septiembre es 144% superior a lo programado para el mismo periodo, a la vez que es el monto más alto en la presente administración.
Mariana Campos, coordinadora de Gasto Público de México Evalúa, explicó a Excélsior que en sí mismo no es un problema mandar más dinero a fideicomisos, sino que esto se hace aun sin haber resuelto los problemas de transparencia y rendición de cuentas que el propio Ejecutivo usó como argumento el año pasado para extinguir más de 100 instrumentos.
Con la ley de austeridad republicana tuvimos un primer intento de mejorar el problema, con la obligación de publicar los estados financieros. Pero hasta el momento ningún fideicomiso ha publicado estos informes, lo que implica incumplimiento legal”, aseguró Campos.
La especialista comentó que los fideicomisos no son instrumentos malos per sé, pues son útiles para alcanzar diversos objetivos de política pública, pueden servir como medios de ahorro y para gestionar obras de infraestructura a lo largo del tiempo.
Para el sobregasto en fideicomisos de la Secretaría de Salud, Mariana Campos comentó que desde 2020 se usaron las transferencias al Fondo de Salud para el Bienestar para cumplir con la meta del gasto en salud.
En 2020 tuvieron subejercicio a lo largo de todo el año y en diciembre el gobierno hizo una transferencia extraordinaria que hizo que gasto en salud terminara con alza de 9%. Todos reportaron que el gobierno gastó más en este rubro, pero fue por causa de transferencia al fideicomiso. Este año puede estar ocurriendo algo similar, y no sabemos bien en qué gastarán esos recursos”, dijo Campos.
Para el caso del fideicomiso del Ejército, Campos explicó que las mayores transferencias pueden estar asociadas a las mayores responsabilidades que se le han encomendado como infraestructura y vacunas.
Pero en este caso preocupa más porque de por sí es un gasto que tiene menos transparencia por tratarse de temas de seguridad nacional”, dijo.
Sobre el Ramo 23, dijo que la caída obedeció a la extinción del Fonden. Alertó que en su lugar se creó un programa presupuestario con recursos insuficientes y que no tiene reglas de operación, lo que lo hace vulnerable a uso político entre los gobiernos locales.