AMLO en la Casa Blanca
Que hay que poner la otra mejilla. Hoy por fortuna solo tenemos dos.
Florestán
Anoche cavilaba —¡qué tal!— si escribir para hoy del viaje de Andrés Manuel López Obrador a Washington para reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el premier canadiense, Justin Trudeau, o del fracaso del once mexicano de futbol ante las selecciones de esos países.
Entiendo que lo trascendente es la cumbre de los líderes de América del Norte, lo que le tiene sin cuidado a la mayoría de los mexicanos, pero lo emocional, que abarca a más, es la derrota de quien llamaban futbolísticamente El Gigante de la Concacaf y que en una semana confirmó que dejó de serlo.
Así que, en aras del interés mayoritario, voy a referirme al fracaso deportivo que afecta más el ánimo de los mexicanos que un mal resultado presidencial en la Casa Blanca, para el que, al igual que en el futbol, el director técnico siempre tiene salidas.
Entre ese eventual mal resultado en la Casa Blanca y uno en el futbol, es que en el primero quien pierde, aunque lo nieguen, es el Presidente en turno y el país, y en el segundo, aunque lo quieran endosar, es el equipo y el sentir nacional.
En una cumbre solo juega el director técnico, el Presidente de la República, y no siempre se entiende el marcador final por las excluyentes de responsabilidad del discurso, y en el futbol juega un equipo que es el que gana o pierde, aunque también lo maquillen.
En este símil no hay correctivos para la iluminada gestión presidencial. En el futbolístico sí los hay, pero los poderosos no quieren aplicarlos por tener otras prioridades.
Y por eso uno y otros empatan en la ilusión y en la decepción.
RETALES
1. TAPADOS. López Obrador dijo que Morena elegirá al candidato presidencial por el método de encuesta y que apoyará al vencedor(a). La última ganadora de una encuesta de Morena fue Claudia Sheinbaum, en 2017, para la candidatura al gobierno de Ciudad de México, lo que Ricardo Monreal desconoció, método que hoy sigue rechazando;
2. SOBERBIA. Hugo López-Gatell descalificó la competencia judicial para resolver diferencias sociales cuando, en su soberbia, dijo que la vacunación a menores de 15 a 17 años no es por decisión de juez alguno, porque carecen de la capacidad para decidir sobre temas de salud. Con esa métrica todo es absolutismo. Y reitero, operan como si se fueran a quedar para siempre; y
3. PLEITESÍA. Así fue la concentración de los diputados de Morena en el Patio de Honor de Palacio para celebrar la aprobación del Presupuesto, donde López Obrador se declaró orgulloso de su bancada por haberlo sacado sin tocarle una coma y advirtió a la oposición que es desechable pues tiene la mayoría, lo que es cierto para la simple, pero no para la calificada de las reformas constitucionales que quiere, pero ya los doblará, sobre todo a la priista, con lo que le sobra.
Nos vemos mañana, pero en privado
Joaquín López-Dóriga