La política, la Familia Michoacana y el Edomex
Zudikey Rodríguez, candidata de la coalición PRI-PAN-PRD a la alcaldía de Valle de Bravo, en el Estado de México, fue privada de la libertad por sicarios de la Familia Michoacana el martes 18 de mayo de 2021, a solo unos días de que se llevaran a cabo las elecciones intermedias.
Rodríguez se había acercado a solo dos puntos de la candidata de Morena, Michelle Núñez. Desconocidos la arrancaron de un mitin político y la trasladaron a Tejupilco.
En una brecha, a bordo de una camioneta, la aguardaba uno de los altos líderes de la Familia Michoacana. Unos días después, el periodista Leonardo Kourchenko reveló que se trataba de Lalo Mantecas, colaborador, según reportes del gobierno federal, de los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, conocidos como El Pez y El Fresa, respectivamente.
La orden fue terminante. La candidata de la alianza debía “bajarse” de la contienda y encerrarse en su casa hasta que el proceso electoral hubiese terminado. En los días que siguieron, la propaganda de Zudikey fue retirada de postes, mamparas y espacios públicos: quedaba claro que el crimen organizado había intervenido de manera directa en el devenir político del municipio.
Otro columnista, Raymundo Riva Palacio, relató que fue necesario montar un operativo federal para sacar a Rodríguez de su casa, pues la Familia Michoacana había montado un cerco de vigilancia en los alrededores, y llevarla sana y salva a la Ciudad de México.
Zudikey Rodríguez cerró su casa de campaña y detuvo sus actividades de proselitismo. El triunfo fue obtenido por la candidata Michelle Núñez, quien poco después denunció a Kourchenko por supuesta violencia política de género: el columnista había señalado que la candidata morenista era impulsada “con el poderoso apoyo de su pareja sentimental”, el hoy administrador de Aduanas Horacio Duarte —cuyas aspiraciones políticas en la entidad son de sobra conocidas.
Hace unos días, Núñez informó que el Tribunal Electoral del Edomex le había dado la razón. Kourchenko negó, sin embargo, haber cometido violencia política de género y narró lo que había ocurrido en Valle de Bravo desde la llegada del nuevo gobierno: 51 secuestros, con peticiones de rescate que van de 300 mil a 500 mil pesos, y pago de cuotas hasta por la tenencia de ganado y animales de corral (150 pesos por cada puerco; 500 por cada caballo).
“La ambición política por el control del municipio, como trampolín a la gubernatura del estado, permitió la entrega de la plaza al crimen organizado y sus funestas consecuencias”, escribió Kourchenko.
Hace un par de días circuló en redes sociales un video, tomado el pasado fin de semana, en el que Medardo Hernández Vera, Lalo Mantecas o El 100, aparece en un festejo celebrado en Benito Juárez, Michoacán, bailando un caballo, y celebrando al lado del cantante de narcocorridos conocido como “El Komander”.
Según reportes de los pobladores recogidos por fuentes de seguridad, la fiesta fue blinda da por un centenar de sicarios de la Familia Michoacana.
En noviembre de 2020, fuerzas federales y estatales recibieron reportes de que Lalo Mantecas se hallaba festejando un cumpleaños en el rancho La Ciénega, de Amatepec, Estado de México. El operador criminal fue identificado mediante labores de inteligencia y se desató un operativo para capturarlo. Cuando las autoridades penetraron en el rancho, Hernández Vera y sus colaboradores más cercanos habían escapado.
Esta vez no hubo persecución. Según reportes de inteligencia consultados, Lalo Mantecas es el tercero al mando de la Familia Michoacana. Su brazo armado consta de 60 sicarios que visten uniformes de tipo militar, suelen emplear camionetas apócrifas de la Marina y se identifican como “Fuerzas Especiales del 100”.
Medardo Hernández controla el cultivo y la cosecha de enervantes en la sierra de Nanchititla. Es el encargado de detener las incursiones del Cártel Jalisco Nueva Generación en los límites de Michoacán y el Estado de México y bajo su mando se encuentran las actividades criminales de la Familia Michoacana en Tejupilco, Valle de Bravo, Zacazonapan, Otzoloapan, Santo Tomás de los Plátanos, Ixtapan del Oro, Donato Guerra, Amanalco, Villa Victoria y Villa de Allende.
Secuestros, asaltos, “cobro de piso” a constructores, agricultores, comerciantes, ganaderos, transportistas… La Familia Michoacana se ha convertido en dueña absoluta de amplias regiones del Edomex. Se ha documentado cómo en las elecciones pasadas este grupo criminal impuso candidatos a lo largo de la Tierra Caliente: candidatos que hoy son sus alcaldes en esos municipios en los que la única ley es la de los hermanos Hurtado y su jefe regional: El 100.