El asalto al congreso
La importancia de conocer la historia es porque se repite; en diferentes momentos, circunstancias y personas, pero siempre se repite. Lo que estamos viendo en el parlamento morelense no es nuevo, pero es peor de lo que cualquiera hubiera anticipado y más lamentable que lo ocurrido en el pasado. Las diferencias personales y políticas de los miembros de la 55 legislatura se han radicalizado en un poder caracterizado por los escándalos y los conflictos; antes de que concluya su primer periodo ordinario de sesiones los legisladores han demostrado que no son diferentes a sus antecesores. En esta pelea no hay buenos y malos, todos están actuando de manera equivocada.
Lo que está sucediendo en la cámara de diputados llama la atención por muchas razones, empezando por el nivel de confrontación al que han llegado algunos representantes populares y las consecuencias de sus acciones. A muchos les puede parecer intrascendente que entre grupos políticos se agredan y descalifiquen, que una vez más los diputados caigan en los mismos errores del pasado y que de nueva cuenta prevalezcan los intereses personales a las necesidades del estado al que dicen representar.
El problema es que la parálisis legislativa tiene consecuencias muy graves para muchas instituciones y sus efectos los resentirán miles de personas. La Universidad Autónoma del Estado de Morelos contaba con un incremento presupuestal que le ayudaría a solventar la crisis que enfrenta desde hace años, los municipios ya tenían en la bolsa un ingreso extra derivado del regreso del 2.5 de las participaciones, el Poder Judicial, la Comisión Estatal de Seguridad, la fiscalía general del Estado y las secretarías de Salud y Educación esperaban una mejora económica que les ayudaría hacer mejor su trabajo.
Sin la aprobación del Paquete Económico 2022 todo lo anterior se va al traste porque el estado deberá trabajar con el presupuesto del 2021 donde ninguno de esos rubros está considerado. En este escenario dependerá del gobernador, si encuentra el camino legal y financiero para hacerlo, apoyar a las dependencias y a los municipios a partir del presupuesto del año anterior.
Digámoslo de esta manera: en la propuesta de paquete económico entregada a la cámara por la secretaria de Hacienda se incluyen recursos extras para la universidad, para los municipios, para la CES, para la FGE y se fortalecen sectores prioritarios como la salud, la educación, el campo y el desarrollo económico; puede ser que para algunos diputados el incremento no sea suficiente, pero es mejor que dejar a las dependencias con las mismas cifras del año pasado, como ocurrirá si no se aprueba el presupuesto 2022.
En este plano es importante destacar que el rompimiento es en la cámara y entre diputados, que en lugar de dialogar para alcanzar acuerdos los legisladores decidieron romper las negociaciones e iniciar una guerra interna que no tiene precedentes y que en ningún escenario favorece a nadie. Hasta el martes de la semana pasada todos los legisladores hablaban de unidad y de diálogo, prometían acuerdos y presupuesto en tiempo y forma; dos días después se desató el caos y los ataques entre ellos llegaron hasta la destitución de la presidenta de la Junta Política y el secuestro de la sede legislativa.
El ambiente en el congreso morelense es tan grave que resulta imposible tomar partido hacia cualquier lado; ambos bandos han caído en errores, excesos y perdido de vista que el daño verdadero lo causan al estado y a sus habitantes. Aquellos que apostaron por presionar al gobernador a través del paquete económico se equivocaron, porque la aplicación del presupuesto 2021 favorece al ejecutivo, quien con esa herramienta podrá decidir en un acto de voluntad propia otorga más recursos a los municipios, a la universidad y al poder judicial.
El enfoque que algunos representantes populares dieron al diálogo presupuestal fue incorrecto desde el principio, porque sin dominar el tema ni tener claridad en sus declaraciones prometieron mucho sin tomar en consideración que los recursos no iban a alcanzar; fueron estos diputados los que elevaron las expectativas y son ellos ahora quienes con su falta de acuerdos lastiman a todos los ya tenían un mejor panorama presupuestal para el 2022.
En la cámara de diputados de Morelos han pasado muchas cosas muy graves y vergonzosas desde hace años; en diferentes legislaturas hemos visto situaciones que rayan en la ilegalidad y muestran los altos niveles de complicidad política que llegan a existir entre figuras del poder. La legislatura 53, la graquista, se caracterizó por su entrega al ejecutivo, por sesionar de madrugada, a puerta cerrada y custodiada por policías; la 54 fue una legislatura mediocre, corrupta y totalmente ineficiente. Pero lo que estamos viendo en la 55 no tiene parangón: el hecho que un grupo de diputados secuestre la cámara y deje afuera a los otros marca un antes y un después en la historia parlamentaria local.
Lo que sucede en el congreso es muy grave y se agudiza con la intervención de otras dependencias, como la Fiscalía Corrupción, que en lugar de abonar a la conciliación radicaliza posiciones y ahonda las diferencias. La noche del domingo vimos en imágenes a un congreso sitiado, con legisladoras en la calle exigiendo que las dejaran entrar a sus oficinas; el lunes apareció la FECC y selló las oficinas de la junta política, dejando el lugar como espacio clausurado que asemejaba la escena de un crimen; unas horas más tarde un grupo de diputados removió a la presidenta de la JuCoPo y le quitó sus comisiones a los diputados de la 4T.
El nivel de confrontación al que han llegado en la cámara de diputados no deja espacio para un final feliz para nadie, todos los legisladores, sin importar el lado del que se ubiquen en este momento, terminarán mal vistos y señalados por su incapacidad de alcanzar acuerdos. En este escenario no hay ganadores, todos pierden porque se trata de una serie de acciones reprobables que no pueden ser aplaudidas de ninguna forma y que al final lo único que provocan es una parálisis legislativa y un desprestigio generado de la cámara.
Entendamos también que lo que ocurre no es el resultado del pleito general de todos contra todos, sino la consecuencia de las diferencias entre los legisladores que llevan el control del parlamento; son ellos los que decidieron radicalizar sus posiciones y luego sumaron a los otros representantes populares que no influyen en la vida parlamentaria. Una vez más la decisión de unos cuantos determina el actuar de todos y afecta al estado; después de esto será difícil ver con buenos ojos a la legislatura y considerar con futuro político a cualquiera de sus integrantes.
Desde que tomaron protesta del cargo los diputados morelenses prometieron ser diferentes a sus antecesores y actuar siempre en favor del estado.
Tres meses después ya hicieron lo mismo… y peor.
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El jaloneo al interior del congreso es intenso y ha pasado del duelo institucional por el presupuesto, a la lucha política personal de cara a la sucesión. Unos y otros andan enojados, declaran, amenazan, se descalifican y sugieren que detrás del debate existen intereses económicos y acciones corruptas.
Lo que estamos viendo en la 55 legislatura de Morelos supera cualquier escándalo del pasado: hoy la cámara de diputados es un ring donde no existen reglas ni respeto hacia el de enfrente, poco a poco se pierde el origen de la discusión y se entra en terrenos personales que dan paso a acciones y señalamientos cada vez más agresivos.
En algún momento la virulencia de la discusión presupuestal pasará, pero entre diputados habrá heridas que no sanarán y la imagen colectiva del parlamento quedará marcada de manera permanente; políticamente hablando hay personajes cuyo capital político personal les permitirá mantenerse en la vida política, pero otros, los que están de relleno (en ambos lados) se quedarán solo con el descrédito y la mala imagen que dejan este tipo de situaciones.
Aunque no lo entiendan algunos actores de poder, la política no es una actividad de fuerza, sino de inteligencia, de tiempos y de resistencia. Y lo que están haciendo en la cámara de diputados no tiene nada de moral, de inteligencia ni de congruencia.
nota
Conocido el rompimiento entre diputados, la secretaria de Hacienda Mónica Boggio habló sobre la negociación presupuestal:
“No me quiero anticipar, quiero ver qué sucede para el día 15 de Diciembre, yo nuevamente haría una invitación a los diputados a que se sienten, a que platiquen, a que trabajemos juntos porque pareciera que lo que mostraron anoche fue un tema de oposición de bloque, incluso algún tinte de violencia de género, porque de este lado la mayoría son diputadas, pareciera que se están brincando las leyes; no es el procedimiento legislativo, saben que están actuando en violación, están generando una ruptura demasiado rápida y pronta… La última mesa de trabajo fue la semana pasada cuando él (Francisco Erick Sánchez Zavala) me presento la propuesta de los incrementos que quieren y yo tuve que ser muy respetuosa y decirle ya no hay de donde; nuestra propuesta que presentamos fue la semana pasada, la realidad es que si yo cumplo lo que ellos me piden el problema nos lo quedamos del lado del ejecutivo, de eso no se trata, se trata de que lleguemos a un acuerdo en conjunto, le dije que con todo respeto nuestra propuesta ya estaba sobre la mesa y que seguíamos viendo que sucedía”
Y luego remató el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo:
“Hay que tener cuidado… y si ya es un bloque de guerra, pues que lastima porque al final de cuentas los que van a salir mal correspondidos van a ser la gente, la ciudadanía, eso es una realidad. Ellos se ponen en su plan de machos, de que yo soy y de que aquí somos los jefes… ¡aquí nadie es jefe de nadie! aquí todos estamos obligados a buscar un beneficio y ese beneficio se llama Morelos; ojalá lleguen a acuerdos, pero con esta ruptura que hicieron ayer, de sacar a la gente y ponerle al fiscal (anticorrupción)… el Fiscal es un sinvergüenza, meterse en cuestiones políticas ya está muy grave, es el fiscal de Graco; yo le digo a la gente que voy a seguir… Este paquete económico es para algunos presidentes municipales, ya se los dije y se los vuelvo a repetir a los cuatro expresidentes: ojala tengan la voluntad y digan porque no quieren (que los auditen), por que tienen miedo, imagínate Agustín Alonso estuvo dos trienios, Paco Sánchez dos trienios, Luz Dary uno y no hizo nada, Beto Sánchez tuvo dos y tampoco hizo nada por su municipio; ¿Entonces en donde estamos parados? Que no vengan a decir que ese paquete económico es del pueblo, así se la quieren sacar, saben que les puede costar las elecciones del 2024; hay que tener cuidado con estos personajes, yo le digo a la gente: no se dejen engañar, no dejen que estos sigan diciendo que este paquete es del pueblo, ¡No es de pueblo! ¿Es en beneficio de ellos! Te voy a poner un ejemplo: querían darle veinticinco millones de pesos a una fundación a niños con discapacidad y hay diputados involucrados en esa fundación para clavárselos. ”
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El diputado Agustín Alonso es el legislador que más votos obtuvo en el pasado proceso electoral, su paso por el gobierno de Yautepec fue bueno, por eso repitió en el cargo. De cara al futuro son naturales sus aspiraciones políticas, pero para competir por la gubernatura, como quiere, necesita de un partido fuerte que lo respalde, porque su capital social, aunque importante, no le alcanza para todo el estado.
Personas cercanas a Agustín Alonso comentan que en la mente del legislador existe la posibilidad de buscar la gubernatura o el senado en el 2024 bajo las siglas de Morena, pero lo que ocurre hoy en la cámara sin duda va a complicar sus aspiraciones.
Lo dicho: las consecuencias políticas de lo que pasa hoy en el congreso local van más allá de la negociación presupuestal: pegarán en la imagen de todos y cada uno de los integrantes de la legislatura 55.
Como siempre algunos representantes populares dirán que el desgaste no es para todos porque la gente distinguirá a quienes sí trabajan de quienes no lo hacen y separará a los buenos de los malos…
Pregúntenles a los legisladores del pasado a ver si eso en verdad ocurre.
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Arturo Pérez Flores ya había dado el brinco al G11 y se regresó tras la visita de su dirigente nacional. Obvio: el legislador no es nada sin Morena y salirse de ese grupo representaría su muerte política. Con todo lo que se diga, el Movimiento de Regeneración Nacional seguirá siendo la fuerza política más fuerte en el 2024.
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