Perdón, vida de mi vida…
¿Y a partir de cuántas son muchas las coincidencias?
Florestán
El presidente López Obrador afirmó el martes que había empresarios arrepentidos por lo que hicieron en el pasado neoliberal, que le habían ofrecido disculpas.
Esto lo dijo a unos días de sentarse a comer con los más ricos de México, agrupados en el Consejo Mexicano de Negocios. Antes de revelar lo de su perdón, había descrito a muchos de ellos:
“A ver, es mi empresa, ya hice el gran negocio, ya vendí gas al gobierno a precios elevadísimos por 40 años. Y aunque el gobierno no necesite el gas y no lo consuma, me tiene que pagar porque así está el contrato. A mí me va a ir muy bien y voy a seguir apareciendo en la lista de los hombres más ricos de México y, en una de esas, hasta en la lista de los hombres más ricos del mundo, a costillas del erario, a costa del sufrimiento de la gente, y todavía hasta me puedo persignar y puedo ir a la iglesia y por mi culpa, por mi culpa, y comulgar y confesar, y salir de ahí pensando de que ya dejé en cero el marcador para seguir pecando”.
A esto, reveló a medias:
Hay algunos (empresarios) que se arrepienten y me están ofreciendo disculpas, nada más que, por dignidad, no puedo decir sus nombres.
Y pregunto, ¿Por dignidad de quién no puede decir los nombres de estos arrepentidos, impunes, a los que acusó de corrupción pública?
Más aún: ¿Por qué no ofrecen esas disculpas al pueblo de México y sí al Presidente en turno?
Pues porque siguen haciendo negocios con este gobierno, algunos de ellos los más jugosos de su vida, y en su arrepentimiento ya fueron absueltos por el salvador.
Y porque de los arrepentidos no será, ya es, el reino de la 4T.
RETALES
1. AMIGUIS. Es intensa la amistad entre el Presidente y Jaime Bonilla, ex gobernador de Baja California, al que acaba de recibir en Palacio y con el que subió una foto para que quedara constancia. Ya le dijo que sí viene a su gobierno, pero que no por ahora. Lo que es un hecho es que no va, como se aseguró, a la subsecretaría de Gobernación de Adán Augusto López;
2. ACUERDAZO. Fue el ministro propuesto por López Obrador, Juan Luis González Alcántara, el que echó para atrás lo central del acuerdo para blindar del conocimiento público sus obras de gobierno, que no se limitan a las emblemáticas, sino a todas. Lo que no entiendo es que el Presidente lo haya celebrado ayer, diciendo que fomenta la transparencia. Entonces el acuerdazo la opacaba;
3. INFORME. El Presidente asistió al informe anual de su vecino Arturo Zaldívar, pero no se quedó a comer, como era la costumbre. De antemano, se había desechado la comida con el pleno de la Corte y luego se dijo que comerían solo ellos, acompañados de sus respectivas esposas. Pero se fue a Palacio a pie, cruzando la calle de Corregidora para ingresar por la puerta Juárez, la más pequeña que da a esa calle.
Nos vemos mañana, pero en privado
Joaquín López-Dóriga