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SABER TOMAR DECISIONES ¿ESA ES LA CUESTIÓN?

Qué pasaría si desde niños nos enseñaran a tomar decisiones en nuestros hogares y; especialmente, en la escuela. No tengo una respuesta única, pero estoy cierto que nos ahorraríamos muchos problemas, seríamos mejores personas y la sociedad sería mucho mejor.

Hay quienes piensan que todo lo que nos sucede es una elección, bastaría entonces preguntarse ¿qué queremos que nos suceda en nuestras vidas? Hacerla de ella, un paraíso o un infierno. Por supuesto todos queremos ser felices, pero en el proceso vamos pasando por muchos infiernos y varios nos quedamos atorados en alguno de ellos y no podemos escapar.

Desde que amanece hasta que sale la luna, constantemente estamos tomando decisiones.

Es cierto que la vida no es fácil y que tenemos que enfrentar un sinnúmero de problemas, cada uno de ellos representa una elección, por eso es importante aprender a tomar decisiones. Tomar decisiones es clave para lograr una vida plena. La importancia de la toma de decisiones estriba en que hay que hacerlo correctamente lo cual nos evitará sufrimiento, esfuerzo y en el mejor de los casos ahorro de dinero.

Van algunos tips que recomiendan los psicólogos: conócete a ti mismo, enfócate en el presente, confía en tus instintos, toma en cuenta tus emociones, identifica los riesgos, cambia de perspectiva, ten cuidado con la presión social, reduce tus opciones, reconoce tus limitaciones y ponte en otros zapatos. Cada uno de ellos tiene implicaciones profundas, habrá que meditar o indagar sobre cada uno de ellos, la vida no es fácil, pero por algo se empieza.

Lo bueno de las fiestas de fin de año es que los seres humanos nos sentimos más abiertos, más solidarios, más amorosos, pero, sobre todo, más amigable con uno mismo y surgen los buenos deseos y los anhelos de renovar nuestras esperanzas. Me parece oportuna esta reflexión para revisar nuestra manera de tomar decisiones.

Conócete a ti mismo, sería extraordinario un buen comienzo. El autoconocimiento es esencial en la toma de decisiones. Repensar tus gustos, valores, conocimientos, habilidades y limitaciones, son un buen ingrediente para despojarnos de lo que ya no funciona y darnos la oportunidad de aprender nuevas cosas y mejorar nuestra toma de decisiones ¡¡¡Ups!!!

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