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TEMPLO MAYOR

TRES MESES. Tic, tac, tic, tac. A la medianoche de hoy inicia la cuenta regresiva para la inauguración del aeropuerto de Santa Lucía. Y no es por acabar con el bonito espíritu navideño, pero ésa que es una de las magnas obras de este sexenio nomás no despega. Es diminuto, cuenta apenas con un par de vuelos prometidos (que no programados) y no ha despertado el interés de ninguna aerolínea internacional.

POR SUPUESTO ya ni quien se acuerde de la idea de que el "Felipe Ángeles" iba a resolver el problema de saturación del AICM. ¡Ni en sueños! Y es que por más práctico y bien construido que esté, como aseguran en Palacio Nacional, la realidad es que contará con un mínimo de posiciones para aeronaves. Hay quienes hablan de sólo 14 y otros de 24, sin embargo es imposible saberlo porque hasta ese dato ¡es secreto!

DE LO QUE no hay duda es que, en el mejor de los casos, el AIFA alcanzará todo su potencial nomás en 20 años. Resulta una paradoja que hayan encontrado tantos esqueletos de mamuts al construir ese enorme elefante blanco.

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¡QUÉ NERVIOS! Hoy es el nuevo capítulo de la telenovela "Revocación de Amor", en el que el personaje principal, el dulce y cándido Andrés Manuel, denunciará nuevamente a los malévolos consejeros del INE que le impiden someter su mandato a la amorosa voluntad del amoroso pueblo.

EL PROBLEMA para López Obrador es que no puede hacer mucho, más allá de una rabieta de nivel presidencial. Por más que se lance contra Lorenzo Córdova y el resto de los consejeros que avalaron posponer el proceso para la revocación, en los hechos el mandatario no tiene manera de obligarlos a darle gusto.

VAYA, podría mandar mañana mismo una iniciativa de reforma electoral para desaparecer al INE ipso facto... pero su aprobación no sería nada sencilla. Podría ser que el Presidente se conforme con usar esto de pretexto para seguir golpeando al instituto. O podría ser que, simplemente, ordene abrir la cartera para darse el gusto de pasar otra vez por las urnas. Vaya dilema para AMLO.

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SER comelón no implica ser buen cocinero. Así como ser escritor tampoco implica ser buen librero, como ha quedado demostrado con Paco Ignacio Taibo II y su lamentable gestión al frente del Fondo de Cultura Económica.

INCLUSIVE dentro del gobierno de la 4T se quejan de que Taibo se perdió en su propio cuento del justiciero de las letras, pues ni logró establecer un auténtico programa de lectura a nivel nacional, ni pudo rescatar al FCE y mucho menos logró articular en un solo eje las distintas dependencias del sector, como había prometido. Eso sí, ha viajado por todo el país con cargo al erario. Y colorín, colorado, este cuento no se ha acabado.

Ámbito: 
Nacional