Un día vendrá el juicio por la pandemia
Quería una tribuna, la convirtió en púlpito.
Florestán
El presidente López Obrador no ha registrado que Hugo López-Gatell se ha convertido en lo que será el principal reclamo de su gestión de gobierno, los saldos devastadores de la pandemia. Esa es la única voz que escucha, repite y hace suya.
Así lo llevó a decir el 27 de abril de 2020, a un mes del inicio de la pandemia, que su gobierno la había domado, lo que era, y es, falso.
Aquel día afirmó: ¡Vamos bien! porque se ha podido domar la epidemia en vez de que se disparara, como ha sucedido desgraciadamente en otras partes. Aquí el crecimiento ha sido horizontal.
Aquel 27 de abril de 2020 iban 15 mil 529 contagios, al corte de anoche llegamos a tres millones 940 mil 401; entonces las muertes sumaban mil 434 muertes, anoche 298 mil 359.
¿En qué momento se domó la curva o el crecimiento de la pandemia fue horizontal, como dijo el presidente entonces?
Y es que hablaba, como habla, con base en lo que le decía y dice López-Gatell, el mismo que por aquellos días afirmó que llegar a sesenta mil muertes sería una cifra catastrófica, cuando hoy se han multiplicado por cinco, sin agregar el factor exceso de mortalidad que las llevaría al medio millón.
Las dos afirmaciones de López Obrador, como las de su subsecretario de Salud, eran mentiras en las que cayó porque la pandemia nunca se ha domado ni su crecimiento ha sido, jamás, horizontal, al contrario.
Pero ahí sigue el presidente repitiendo y haciendo suyas esos embustes y asumiendo un costo que hoy no está en su esplendor, pero en el mañana se cobrará y no a López-Gatell, si no a él.
RETALES
1. IMPUNIDAD. En su desvío, Cuitláhuac García no midió que una cosa son sus arrebatos locales y otras las que afecten a un poder federal, en este caso, el Senado, Ricardo Monreal, con razón, se había pronunciado contra el delito cuitlahuesco de ultrajes a la autoridad, y el gobernador le respondió con la detención del secretario técnico de su JUCOPO, acusado de homicidio, lo que desató una tormenta en su contra que perderá, al menos que el presidente se defina por su amigo y no por la ley y Monreal;
2. AMENAZA. Al estilo fascista, el Conacyt, en coordinación con Palacio Nacional, mandó a agentes federales de la secretaría de Rosa Icela Rodríguez, a las instalaciones del CIDE, lo que es un acto de intimidación, ya rechazado hasta por Humans Rights Watch. Y le pregunto al presidente, ¿quién lo está empinando en este conflicto?; y
3. TRAMPA. López Obrador aceptó, sin chistar, el programa de Estados Unidos para que los migrantes que están en el trámite de obtener, allá, una resolución de asilo, la esperen acá. Me podrán explicar lo que quieran, pero es una imposición de Washington que el gobierno de la 4-T ha aceptado creando un problema humanitario en la zona norte, mientras se agrava el de la frontera sur.
@lopezdoriga
lopezdoriga.com