Y un día todos votaremos por 'El Cuauh'…
Morelos es un desastre. No ignoro que ya andaba en problemas antes de 2018, pero no cabe duda de que, a pesar de lo que muchos pensaban, había manera de que estuviera peor.
Pero llegó El Cuauh… Cuauhtémoc Blanco. Oh sí. Nadie nunca tuvo idea de por qué alguien como el ex futbolista podría o debería gobernar una ciudad o un estado. Menos aún uno con los líos de Morelos. Bueno, la coalición Morena-PT-PES sí la tuvo.
Pero llegó a Cuernavaca y luego al gobierno de Morelos. Digo llegó porque vive ahí —a veces—, pero la verdad es que quien gobierna es el equipo, que en buena parte lidera quien por años fue su representante y sigue siendo sus manos izquierda y derecha y las que se necesiten. Sanz ha estado mencionado en investigaciones de lavado de dinero y otros detalles por la UIF, pero hasta el momento nadie lo toca, ni al Cuauh.
¿Por qué no? El gobernador alegó razones personales que resultaron un rico viaje a Brasil a ver cuates y, por supuesto, a visitar el Maracaná. Y hay fotos.
Y una foto más se publicó en estos días de hace un par de años en la que el gobernador/futbolista/bon vivant aparece abrazado muy contento con tres miembros de grupos criminales, de esos que poco a poco van acabando con Morelos.
Cuestionado por la prensa, Cuauhtémoc contestó muy molesto: “Me piden muchísimas fotos y no les voy a preguntar”. Pues sí. Tiene razón.
Porque el goleador, el ídolo de tantos, el de la cuauhtemiña no es gobernador por su simpatía, ni por su plan de gobierno, ni por su facilidad oratoria, ni su largo compromiso con alguna causa que no sea la propia… no. Es por sus fotos (y videos). Fotos (y videos) de cuando estaba en el campo y algunas (pocas) fuera. Y si uno llega a gobernador por eso, ni modo de no seguir fotografiándose con quien lo pida. Es más, alguien en la prensa de Morelos debería averiguar cuánto tiempo pasa El Cuauh tomándose fotos.
Las andanzas de Blanco y lo que desde hace seis años ha sucedido con la manera en que los políticos hacen campaña y se dan a conocer —fotos y fotos (algunos videos)—, frases cliché en redes sociales, etcétera, me han hecho pensar si no será que El Cuauh fue solo el primero de lo que viene. Ciento cuarenta caracteres, alguna animación, un par de memes, algo de fama previa y ya está.
Si pasó en EEUU… no vaya a ser que un día terminemos dando el mayor like posible a un influencer que, eso sí, se tomará muchas fotos con nosotros.
Carlos Puig
@puigcarlos