Economía crecerá por debajo de 2%
CiUDAD DE MÉXICO.
Bank of America (BofA) decidió desafiar al consenso de los economistas de México al anticiparse a recortar su pronóstico de crecimiento del PIB del país para 2016 a 1.9 por ciento, desde una estimación previa de 2.5 por ciento en enero debido a que prevé un impacto por la débil demanda externa y políticas fiscales y monetarias de menor apoyo. Para 2017 también redujo su proyección a 2.1 por ciento, desde 2.3 por ciento.
Advirtió que el menor crecimiento limita el espacio del Banco de México para aumentar sus tasas.
Vector Casa de Bolsa es otra de las instituciones que prevé un bajo crecimiento del país, de 1.9 por ciento para 2016. El consenso del mercado prevé, en la reciente encuesta de Banco de México de julio, un crecimiento de 2.28 por ciento para el presente año. A fines del año pasado el consenso del mercado sondeado por Banxico proyectaba un crecimiento del PIB para 2016 de 2.74 por ciento.
BofA expuso que el crecimiento del PIB se desaceleró en el primer semestre del año a 2.3 por ciento, desde 2.5 por ciento en 2015.
Precisó que del lado de la oferta ha habido una clara divergencia entre los servicios y la industria por algún tiempo. Los servicios han tenido un crecimiento fuerte, apoyados por la baja inflación, que a su vez permitió un crecimiento de los salarios reales y tasas de interés negativas por algún tiempo, y también por la depreciación del peso que permitió a los mexicanos cambiar su consumo por bienes domésticos.
En contraste, añade, el sector industrial ha tenido un crecimiento débil debido a la caída continua en la producción de petróleo y la debilidad en la manufactura. “Del lado de la demanda, todos los componentes están contrayéndose o se han desacelerado considerablemente. El consumo se ha estancado, las inversiones van a la baja, y el gasto de gobierno y las exportaciones están contrayéndose”, subraya.
Anticipó que la política fiscal apoyará menos a la economía menos, ya que el gobierno está en el proceso de recortar el déficit de 4.1 por ciento en 2015 a 3.5 por ciento en 2016 y 3 por ciento en 2017, utilizando la medida más amplia de un déficit.