Derivado de la deuda por más de mil millones de pesos que dejó la administración de Antonio Villalobos y otra más de 500 millones en juicios mercantiles y laborales, el presidente municipal de Cuernavaca José Luis Urióstegui Salgado no descartó la posibilidad de recurrir a los créditos bancarios para salir de este bache financiero, pero aclaró que tendría que ser pagado a corto plazo.
El edil reconoció que sí hay un adeudo importe y en su momento será la Contraloría General la que determine los procesos legales que se tienen que seguir contra quien cometió un abuso en el manejo de los recursos públicos.
Sin embargo, refirió que hoy se tiene un flujo financiero por los ingresos en el pago del impuesto predial y derechos por adquisición de bienes y muebles y las participaciones federales, de ahí que se tiene que hacer una administración austera.
El alcalde anunció que se realizarán modificaciones a la Ley de Ingresos en el entendido de que fue la pasada administración quien elaboró este documento por lo que se tendrá hasta el mes de febrero para hacer las rectificaciones correspondientes y mejorar la recaudación ya que ello también impactará en el presupuesto de egresos.
Algunas de las modificaciones que se harán será establecer en la Ley de Ingresos el pago por derecho de uso de suelo de algunas empresas que ocupan las vialidades para instalar postes, casetas o cableado y que hoy están exentas.
También dejó ver que se podría contratar deuda una vez que la ciudad tiene que recibir bacheo, balizamiento y poda de árboles, pero no un adeudo a largo plazo, sino que se pueda cubrir dentro del mismo periodo de la administración municipal.
En materia de seguridad pública se tendrán que contratar patrullas en arrendamiento financiero, una ambulancia y reparar vehículos lo que significa aplicar una reingeniería administrativa en general.